Perdonavidas - ¡Menudo jolgorio en Diestralandia a cuenta del placaje del ministro Bolaños para evitarle un lugar de tronío en los actos del Dos de mayo madrileño. Toda la prensa de orden salió en defensa de su emperatriz y a acollejar al supuesto infiltrado. “Bolaños camina como lo que es, el dueño del BOE, y mira perdonando vidas o condenándolas. Pero hacerse pasar por acompañante de la ministra de Defensa para azuzar una polémica estéril es rebajarse demasiado”, escribía Manuel Marín en ABC, antes de adornarse así: “Cualquiera diría que el ministro gregario se nos ha hecho de Podemos. Debió plantar una quechua para ser más creíble”.

Machirulo - El columnero de Libertad Digital Pablo Planas añadía la perspectiva de género... pero a su modo: “Él, que iba a poner en su sitio a una mujer, Isabel Díaz Ayuso, casi acaba haciendo pucheros ante otra mujer, Alejandra Blázquez. Las feministas de izquierdas deberían estar celebrando que se le hayan parado los pies a un machirulo”. 

“Chulo de puticlú” - El inefable Alfonso Ussía hizo una versión de lo mismo en El Debate, solo que, fiel a su estilo, con más intensidad en el regüeldo y la falta de respeto: “Es de esperar que Irene Montero, la Belarra y las churris de una y otra, feliciten públicamente a una mujer trabajadora que le ha parado los pies a todo un ministro del Gobierno. Un ministro altanero que al llegar fue unánimemente abucheado por el público y que saludó como un machista de puticlú a la presidente de la comunidad”.

Mameluco - En El Mundo, Federico Jiménez Losantos soltaba su carga de profundidad, quizá hasta con cierta razón: “Lo que no entiendo es hacer el mameluco un 2 de mayo y ante Ayuso, que atropella a una anciana y le echan la culpa a la anciana. Aparte de la chulería, digna del matón de su jefe e impropia del Bolaños de antaño, ¿a quién favorece el número del polizón?”. 

Todavía hay esperanza - Como resumen y corolario, Francisco Marhuenda se postraba de hinojos en La Razón ante la diosa de Sol: “Ayuso es la demostración de que todavía hay esperanza para la política y la recuperación de la credibilidad, así como la constatación del fracaso de Unidas Podemos, los independentistas y los filoetarras de Bildu”, Olé.