El ventilador rula a potencia máxima en la prensa de orden. El caso Mediador es ya oficiosamente el caso Tito Berni, y el alias del presunto cacique y putero se lanza en los titulares a todo trapo contra el gobierno español y contra el PSOE. Todo apunta a que el festín diestro no ha hecho más que empezar.
"Este exdiputado, como buen socialista, se paseaba como un modelo de ética y un defensor del feminismo"
Como irán viendo, la idea fuerza que se espolvorea es que prácticamente todos los socialistas son de la ralea del tal Juan Bernardo. “Este exdiputado, como buen socialista, se paseaba como un modelo de ética y un defensor del feminismo. Al final, pasará a la historia como Tito Berni, el de los gayumbos”, se adorna Francisco Marhuenda en una pieza titulada “Los gayumbos de Tito Berni”, con recado adosado para Patxi López: “No sé si espera una recompensa, aplausos o que Sánchez lo ascienda a pelotari (por pelota) de primer nivel, porque hay que reconocer que se esfuerza en hacer méritos. He de reconocer, a pesar de mis críticas, que Patxi me cae simpático, sé que no es recíproco, pero me es igual, porque es un superviviente. Honrado en lo económico, es un pícaro en el terreno político”.
Es curioso que, también en el diario azulón, Pedro Narváez dirija sus primeros dardos a López en un texto que bate registros siderales de mezclar tocino con velocidad: “Patxi López, Tito Patxi, lo ha dejado, como siempre en todos los asuntos que trata, muy claro. Dice que ninguno de los quince diputados que fueron a cenar con Tito Bernie se dejó llevar por la corrupción de calzoncillos y, si alguno de ellos se fue de putas, se le expulsará del partido. Resulta que Patxi López hace de Rouco Varela y va de pupitre en pupitre amenazando con el infierno a los onanistas, como si fuera Tamara Falcó riñendo a Íñigo Onieva por pasarse de marcha”.
"Yo, como mínimo, le enviaría un sms por si acaso. Berni, tito, sé fuerte"
“Berni, Tito, sé fuerte”, se hace el gracioso Manuel Marín en su columna de ABC, cuyo objetivo parece ser solo colar la chisporroteante frase: “Quince en silencio y nadie dice conocer al golfillo con glamour de chapata y chistorra. Podrían decir que acudieron a una cena y tal, que vieron el percal, que se despidieron, y a otra cosa. Por buena fe, por ingenuidad. A todos nos han sorprendido en una encerrona de mal gusto. Cortas, lo cuentas dignamente y nadie te podrá reprochar nada, ni la copa. Pero, ay, ese silencio… Yo, como mínimo, le enviaría un sms por si acaso. Berni, tito, sé fuerte”.
Por la misma línea del extender el detritus, Teodoro León Gross, recién llegado al vetusto diario, echa cuentas: “Que el 12,5% del grupo socialista esté bajo sospecha de aparecer en la trama, siquiera en las cenas de lujo impostado del Ramsés subvencionadas por un conseguidor, ha encendido las alarmas. Y es lógico. Moncloa quiere destapar todo rápido para acortar el goteo; pero temen lo que van a encontrarse en esa cloacas”.
"Desde el mismo momento en que tomó el poder, el PSOE ha tendido a financiarse con métodos corruptos"
En Libertad Digital, los vertidos de bilis vienen todavía más cargados. Así, Emilio Campmany convierte la trama de golfos liderados por el canario en un caso de financiación del PSOE. Generaliza, que algo queda: “Desde el mismo momento en que tomó el poder, el PSOE ha tendido a financiarse con métodos corruptos. Con independencia de lo censurable moralmente que sea este comportamiento, el asunto tiene poca gracia porque el dinero que se roba es el nuestro. Encima, parte de lo que sustraen lo gastan en orgías con prostitutas y drogas. De modo que, ya que parece imposible que el PSOE corrija estas naturales inclinaciones que tienen algunos de sus militantes, al menos podría el partido intentar aprovecharlas para mejor financiarse y no tener que corromperse”.
Otro columnero del digital ultraliberal, Pablo Molina, aprovecha para un triple tirabuzón que mezcla en la misma evacuación de letras la moción de censura de Vox y el trapicheo de marras: “El escándalo de las orgías con prostitutas y drogas en compañía de numerosos parlamentario socialistas (¿se librará alguno?), del que vamos a ir conociendo en los próximos días los capítulos más sórdidos, es lo único que va a salvar a VOX de protagonizar un estrepitoso fracaso en términos de imagen ante el electorado. Sánchez salvará la moción pero se ganará la censura los votantes, incluidos muchos de izquierdas, que no van a perdonar el espectáculo que están dando el PSOE y sus diputeros”.
Ya han visto el juego de palabras al uso, con un término que también emplea Federico Jiménez Losantos en El Mundo: “Para juntar diputeros de quince en quince en uno de los restaurantes más caros de Madrid, hace falta una fortuna en «gastos de inversión». Pero no iban de putas y, de allí, a robar: robaban para, entre putas y coca, seguir robando. El PP pidió ayer a Tito Sánchez los nombres de los diputeros del PutiPSOE, porque Tito Berni ocupaba varios despachos en las Cortes. A lo mejor era más rápido pedir el censo”.
"Lo que más preocupa al PSOE preelectoral no es la corrupción, sino las putas, el alcohol y la cocaína"
Justo debajo, Emilia Landaluce también practica el rizado de rizo extremo: “Lo que más preocupa al PSOE preelectoral no es la corrupción, sino las putas, el alcohol y la cocaína. Es decir, la hipocresía y la incongruencia de los que se llenan la boca con virtudes y moral pero solo se tragan los eurillos. Lo demás les da igual porque robar, la malversación, es un pecadillo venial al lado de esas cositas tan dignas que mandan ahora en política: los pronombres correctos, las matrias. Y si no tenemos razón, hacemos una ley y sanseacabó”.
Más mezclas de churras, merinas y gallinas ponedoras. Esta la firma Ignacio Ruiz-Jarabo en The Objective: “Que las radicales feministas presentes en el Gobierno, también abolicionistas, guarden silencio sobre lo que se va conociendo del caso supone una suerte de doblez solo asimilable a su ignominiosa falta de reproche cuando una política de derechas como Isabel Díaz Ayuso sufre un vándalo escrache en sede universitaria, por mucho que la salvajada haya sido avalada por ¡el ministro de Universidades!”.
Por idéntica senda, Mayte Alcaraz (El Debate) mete en el ajo a la ministra de Igualdad: “Señores que por el día votaban leyes presuntamente feministas y por la noche pagaban (o pagábamos) servicios sexuales. El silencio de Irene Montero es atronador, como el de Pedro Sánchez, pero nadie como él para entender que una cosa es predicar y otra dar trigo, que la verdad está sobrevalorada y que decir y hacer son cosas diferentes, disociación en la que el sanchismo tiene doctorado cum laude”.
Faltan por mentar Pablo Iglesias y Yolanda Díaz. No se preocupen, Pablo Pombo se encarga de rellenar ese hueco en El Confidencial: “¿Cómo pueden explicar los súbditos de Pablo Iglesias su cohabitación delante de su código ético, ante lo que les quede de militancia y frente a toda la hemeroteca que tienen acumulada? ¿Y Yolanda? ¿Podría esta vez Yolanda Díaz permitirse el lujo de mirar hacia otro lado, como ha venido haciendo en tantas otras ocasiones? No conviene descartar que la corrupción termine siendo el casus belli final que vuele por los aires la coalición”.