Pues sí. Es la noticia del día, del mes y del milenio. El requetemalote Arcadi Espada se declara insumiso al tapabocas y se lo anuncia al inquilino de Moncloa con toda pompa y circunstancia en El Mundo: "Presidente Pedro Sánchez: No voy a cumplir su orden y no llevaré mascarilla en el exterior por más que el Real Decreto que está usted preparando me obligue a ello. La razón es la misma que si usted me obligara a llevar un lazo amarillo en la solapa o una ropa interior de color azul celeste: la arbitrariedad". Tremenda heroicidad. De esta, Sánchez cae.
Ese primer entrecomillado da la medida de la flojedad de la cosecha. Hoy nos llega justo para medio diente con el cabreo por la vuelta a la calle de la mascarilla (que no digo yo que no haya motivos) y por la nada entre dos platos que fue la conferencia de presidentes. "Descojobernanza" llama a la cosa Ignacio Camacho en ABC. Buen título para una colección de trolas como la que sigue: "De legislación pandémica ni palabra, no vayan a enfadarse los socios nacionalistas ante la posibilidad de que el país entero se rija por una misma pauta normativa". La cosa es que los tales socios están que trinan con Sánchez. Y sí, los nacionalistas sí piden medidas iguales para todo el territorio. No es ideología. Es sentido común.
Ayuso, la maga de las pandemias
De vuelta de nuevo a El Mundo, nos encontramos con dos columneros aprovechando el viaje para besar los pies a su lideresa, que es la única que sabe gestionar pandemias. Javier Redondo firma el primer copia-pega: "Otra vez, un día antes de la ceremonia de ayer, Ayuso se adelantó y expuso criterio propio -lo que no se le perdona, ni antes ni ahora, ni dentro ni fuera- con un protocolo que Sánchez traspuso inmediata y literalmente. Así que en su comparecencia posceremonia, a 48 horas de la Nochebuena, Sánchez chupó rueda de Ayuso sin reconocerlo".
Y es que Ayuso, Ayuso, Ayuso es cojonuda, como Ayuso no hay ninguna. Tanto es así que debe gobernar ya pero ya, dice Eduardo Álvarez: "Y tenemos derecho sobre todo a que si la gestión de la pandemia en toda España la inspira Ayuso, se siente ella ya en el Consejo de Ministros".
Catalunya, la tribu nazi
Vamos a ver si estiramos la pobretona masa con un par de golpes de rodillo a la cosa catalana. "No es nacionalismo, es indigenismo", nos aclara en Libertad Digital el cátedro José García Domínguez. He aquí su tesina: "Junqueras, Puigdemont y los dos millones de fieles que les votan y les seguirán votando siempre, toda la vida, hagan lo que hagan, gestionen o no gestionen, roben o no roben, triunfen o fracasen, quieren la independencia no para que los ciudadanos de Cataluña vivan mejor fuera de España que dentro, sino para que los catalanes auténticos, o sea ellos mismos, no acaben diluyéndose como grupo demográfico específico en medio de las grandes corrientes migratorias que desde hace más de un siglo fluyen hacia Cataluña. No es la pela, es la tribu".
Miquel Giménez, que tiene dichas y escritas cosas parecidas, tira hoy, sien embargo, por el otro gran comodín comparativo. Ya imaginan cuál: "Siendo como es Cataluña una sociedad dominada por un pensamiento nazi, como he explicado en numerosas ocasiones, es lógico que ese humor negro, oscuro, cargado de mala leche contra la víctima y servil con el agresor, triunfe. Lo triste es que lo paguemos entre todos, aunque tampoco eso sea una novedad históricamente hablando. Los enormes desperfectos y destrozos que supuso la Noche de los Cristales Rotos, con el incendio y saqueo de sinagogas, comercios, domicilios particulares o empresas judías por parte de las SA y las SS, tuvieron que ser sufragados por el mismo pueblo hebreo".
Una cama para Echenique, Inda y Corinna Larsen
Como guinda, una a cargo de Alfonso Ussía, que está radiante por la PCR negativa de su adorado rey emérito y convierte sus letras del día en un chincha y rabia dedicado a Pablo Echenique, Eduardo Inda y Corinna Larsen. Vean qué inmensa tontuna rebosante de sal gruesa: "En algo tenían que coincidir Echenique, Eduardo Inda y Corinna, que la vida hace insólitos compañeros de cama, que es frase hecha, sin intención descriptiva, por fortuna para Inda y Corinna. Viene bien saltar en un artículo de lo malo a lo bueno. Y lo bueno es que va a nacer de nuevo el Niño Jesús, y que el Rey Juan Carlos no se ha contagiado de covid". Pues mira qué bien.