Hoy despachamos pronto la pieza. No les hago bostezar ni con el cambalache de jueces progres y fachas ni con el VAR examinando eternamente si lo de Alberto Rodríguez es tarjeta roja o solo amarilla. Les tengo para luego algún restito de serie de lo "de la eta" y un franquista conspicuo escribiendo una página entera en La Razón. Pero les empiezo con Luis María Anson, que ya saben que antes era Ansón, exigiendo a voz en grito la repatriación del asilado en Abu Dhabi.
"Que vuelva ya", encabeza su texto el veterano opinador. La percha en la que se apoya son las palabras en ese mismo sentido del Felipe Equis González, para el que no escatima en elogios: "Califiqué después a Felipe González, y lo he reiterado muchas veces, como el más destacado hombre de Estado del siglo XX español, así como Cánovas del Castillo lo fue del siglo XIX". Cómo hemos cambiado.
Si Felipe es todo eso, imaginen lo que es el hombre al que las hormonas femeninas inyectads por el CNI (Villarejo dixit) conseguían bajarle los empalmes cimbrelianos. Lean: "Juan Carlos I encarnó uno de los cuatro grandes reinados de la Historia de España, junto a los de Carlos I, Felipe II y Carlos III. Se instaló en la jefatura del Estado con todos los poderes de Franco y por amor a la libertad, siempre al servicio del pueblo español, renunció a todo para que se pudiera establecer en España una democracia pluralista plena como la danesa o la holandesa". Y me llevo una.
Acabo con un entrecomillado que, en realidad, es un autoplagio, pues lo anotó palabra por palabra en otroa descarga hace quince días: "El Rey padre ha sido sometido a una miserable campaña de calumnias, insidias y bulos multiplicados hasta la náusea, sin otro apoyo que las declaraciones de una hetaira despechada y un policía encarcelado por corrupción".
Después de esas fruslerías les despacho rapidito tres más. La primera, una gallarda dialéctica de Julio Valdeón a mayor gloria de sí mismo, aunque con la conmemoración de esta semana como coartada. Y sí, el escribe el nombre de la en minúscula: "Eta ha ganado el punto, el juego, el set, el partido y el campeonato. Sigue adelante, bendecido por quienes más debieran de aborrecerlo, el empeño para extranjerizar y expulsar a millones de conciudadanos y para santificar los orígenes y linajes por sobre los derechos civiles, el anhelo de levantar alambradas y el impulso para destruir la nación política, republicana y laica, y sustituirla por la nación cultural, limpia de efluvios maketos, caldo amniótico donde todos respiran".
Esa pedrada sale en La Razón, diario que le da una página entera al mandamás de la Fundación Francisco Franco (De nombre, Juan Chicharro Ortega) para que se explaye contra los malos socialcomunistas por querer ilegalizarlos. Les va un pellizquito: "Digamos claro que la FNFF, como fundación de carácter humanístico, cultural y docente, en el uso de su libertad de expresión e ideológica y de sus derechos constitucionales presentes, seguirá recordando la memoria y figura de Francisco Franco, no solo durante los años de su mandato sino también con anterioridad a la Guerra Civil, destacando su inmejorable trayectoria militar, y las obras y actividades llevadas a cabo como Jefe del Estado sin incitar en ningún caso a la violencia ni a la humillación de las víctimas del otro bando".
Y llega la última. Se trata de un doble tirabuzón de Carlos Herrera en ABC para reñirnos por estar demasiado pendientes de Otegi y nada de lo mal que lo están pasando las pobrecitas industrias de la alimentación. ¿Lean: "Cuando los precios de la cesta de la compra suban -y la cuesta de enero puede ser cruel-, todos mirarán a La Moncloa: lo de Otegui y compañía es una broma comparado con la ira que produce ver las cosas más caras y tener una pequeña empresa a la que, además, masacras con subidas de impuestos". ¿Han oído ustedes hablar de La alacena de Carlos Herrera? A ver si va a ser eso.