Avanza el calendario hacia el 4-M, el día en que llegará "La hora de España", según titula su inflamada columna de La Razón el veterano opinatero Abel Hernández. Pura poesía en rojo y gualda: "El pueblo, que parece distraído, está tomando nota, como empiezan a apuntar las encuestas. El pueblo está esperando su momento, y las urnas volverán a poner a España en hora. Como cuando era primavera en España, han florecido ya en el jardín el cerezo y el membrillo y cantan otra vez los mirlos". Sospechosamente parecido al Cara al sol, que proclamaba: "¡Arriba, escuadras, a vencer, que en España empieza a amanecer!".
En semejante tono panfletario, en Libertad Digital, un tipo que atiende por Santiago Navajas arenga a las masas de orden a votar lo-que-hay-que-votar: "Libertad o socialismo, libertad o comunismo, libertad o despotismo, libertad o servidumbre, libertad o barbarie, libertad o miseria. Las elecciones del cuatro de mayo en Madrid pueden representar un giro crucial en la historia de España, entre el derecho a la ciudadanía, la eficiencia técnica y el derecho de cada cual a elegir su camino de salvación, por un lado, y el nepotismo sexista, el victimismo racista, la incompetencia analfabeta y el adoctrinamiento dogmático, por el otro". Está calentita la cosa.
Al lado de lo anterior, casi queda en aguachirle la (enésima) proclama de Isabel San Sebastián en honor de su lideresa. "Ayuso arrasa", es el encabezamiento de una pieza que, sin embargo, no olvida a los necesarios cómplices de una verdadera mayoría: "Es perentorio que los de Abascal logren representación parlamentaria y convendría que compartieran la responsabilidad de gobernar, porque se demostraría que tal combinación encaja a la perfección en nuestro marco constitucional y quedaría invalidado de una vez por todas el fantasma de la foto de Colón que agitan con desvergüenza los socios de Bildu y los golpistas".
Casualidad o no, la tesis de San Sebastián es calcada, —incluso con la mención a la famosa foto— a la que espolvorea en La Razón José María Marco: "La precampaña de Isabel Díaz Ayuso demuestra que el PP no tiene por qué considerar a Vox el principal rival. Y Vox, como ha demostrado Ignacio Garriga, ha dejado claro que tiene mejores cosas que hacer que entrar en polémicas con el PP. En otras palabras, la foto de Colón ha dejado de dar miedo por mucho que Gabilondo, el candidato de Sánchez, se empeñe en seguir recurriendo a ella".
Y una tercera versión de lo mismo, de nuevo con alusión a la instantánea de maras. Es Luis Ventoso quien firma en ABC la soflama: "Sánchez nos advierte contra el Gran Satán: 'Hay que parar un Gobierno de la plaza de Colón'. Su problema radica en que la mayoría de los madrileños prefieren un Ejecutivo defensor de la unidad de España, los derechos democráticos y los impuestos contenidos antes que el suyo, que representa exactamente lo contrario. El espantajo no le va a funcionar en Madrid, donde Colón gusta más que Frankenstein".
El virus, con la izquierda
Le vamos viendo el cartón al argumentario de carril. Y seguimos para bingo con otra consigna que se desliza estos días en los sembrados donde cosecho material para estas líneas. "Sánchez necesita más virus el 4-M", sintetiza perfectamente la idea Carmen Morodo en La Razón. Esta es la tesis desarrollada: "La izquierda sólo puede tener la oportunidad de que le vaya bien en las elecciones en Madrid si el virus se descontrola en las próximas semanas. Que se disparen los contagios, que no avance la vacunación, que tenga que haber nuevas restricciones. En fin, que la cuarta ola vista de negro el estado de ánimo que hoy vive en una euforia comparativa por lo que hay a su alrededor".
En ABC, Ignacio Camacho hace el bis correspondiente: "El Gobierno ha cifrado sus posibilidades de éxito en que la cuarta ola dispare la infección y colapse los hospitales. Necesita que la estrategia aperturista de Ayuso fracase para crear una alarma social que detenga su avance. La izquierda sólo puede confiar en que se desate un caos sanitario, y si no sucede, aparentarlo. Prepárense para una campaña a muertazos". Y así, hasta el mismo día 4. Se nos va a hacer largo.