Pues sí, como las oscuras golondrinas de Bécquer, ETA ha vuelto a los titulares y, claro, a las piezas de opinión. Empezamos en la portada de ABC, donde ni siquiera es necesario escribir las siglas. "Vitoria podrá dar beneficios y permisos a los terroristas, como la Generalitat a los presos del 1-O", desliza la cabecera madrileña de Vocento tras contar como exclusiva algo que no lo es: "El Gobierno cederá el control de las prisiones vascas en abril".

Cómo evitar la tentación de relacionar la materialización de una transferencia que tiene más de cuarenta años o el cumplimiento de la legalidad penitenciaria con el acto de hoy en que se destruirán públicamente armas de ETA. El editorialista de La Razón no se resiste: "Por lo tanto, que hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, encabece un acto de destrucción de más de mil armas que habían pertenecido a ETA -y una parte mínima a los Grapo-, es sólo el símbolo de que ha empezado un nuevo tiempo político a través del cual se da vía libre a la excarcelación de los presos etarras".

Si no lo han pillado, en el editorial de El Mundo tienen otra versión. Esta vez ya no va de liberar presos, sino de promover la independencia. Compruébenlo: "Es una manifestación más de su afán absurdo y tramposo por elaborar un relato ajeno a la verdad histórica, fomentando una política de olvido que a él le permita mantenerse en el poder y a la izquierda abertzale seguir caminando hacia la independencia".

Ya dijo aquel juez que veía amanecer y que hoy está muy ponderado en los sectores progresistas que todo era ETA. Siempre funcionará como excusa o coartada, incluso si hablan, cuatro décadas después, de las causas del golpe de estado de Tejero. Lean: "Espero que me entiendan si parto de una idea fija, una especie de tesis: No se puede desligar aquel trágico lunes de febrero de 1981 del problema vasco. No descubro nada a mi generación". Así lo suelta en un artículo XXL un general retirado que atiende por Luis Alejandre.

Y, cómo no, lo de Catalunya también. Agustín Valladolid pide en Vózpopuli un Fernando Aramburu que escriba la versión catalana de Patria porque, según él, los parecidos saltan a la vista: "Muchos ciudadanos se vean abocados a padecer un modelo de coexistencia no muy alejado del que provocó en Euskadi esa atrocidad llamada ETA cuya criminal actividad justifican ahora los incendiarios".

Vacunas no gratas y negacionismo 'intelectual'

Variándoles la dieta, les hago partícipes del enfado de muchos monárquicos pata negra por la actitud de ciertos personajes de la familia de Felipe VI. Ya imaginarán cuáles. "Su conducta se ha convertido en una verdadera factoría de republicanos y ha cargado la metralleta dialéctica de Podemos, ERC, Bildu y todo ese circo político que desea una España que cada día está más cerca del sueño de Frankenstein", se echa las manos a la cabeza Félix Madero.

Para el fin de fiesta he reservado una imitación de Victoria Abril, Bosé, Bunbury o cualquiera de los negacionistas de corps. La firma en El Mundo un avezado intelectual llamado Arcadi Espada: "Las escasas personas racionales de este país abominable se preguntan cuándo acabará la obligación, no avalada por estudio científico alguno, de llevar mascarilla al aire libre. Una superstición en absoluto distinta a las flores de Bach o a la homeopatía y que como todas las supersticiones tienen seguidores capaces de llevar a la hoguera al infiel, en este caso al que descubren en las calles con la cara descubierta". Desde luego, poco edificante.