"Los gasteiztarras aman su ciudad y había muchas ganas de volver a correr por las calles del Casco Viejo”, comentaba antes de la salida de La Conquista de la Almendra el corredor vitoriano del Cafés Foronda Dida Kirol Taldea, Alain Martínez de Estarrona.

No fue el único porque esa fue una de las frases que más retumbó durante este domingo por las calles del Casco Viejo de la capital alavesa.

El éxito de la carrera estaba asegurado y es que a pesar de ser solo su segunda edición, el número de participantes prácticamente se ha doblado respecto al año pasado.

Más de un millar de atletas se dieron cita este domingo en la segunda edición de la Conquista de la Almendra, la prueba organizada por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que recorre algunos de los rincones más emblemáticos del Casco Viejo de la capital alavesa. Un evento que ya se ha consolidado en el calendario deportivo alavés y que ensalza la historia de la ciudad, ofreciendo a sus participantes la oportunidad de redescubrir las calles de la Almendra Medieval desde una perspectiva diferente a la habitual.

Desde las 10.30 horas, y enfundados en la camiseta azul eléctrico conmemorativa, cientos de corredores participaron en el calentamiento previo organizado por Bakh en la plaza de la Catedral de Santa María, punto neurálgico de salida y llegada de la prueba.

La activación en el escenario estuvo dirigida a todos los presentes a cargo de Gustavo Sánchez y, al igual que el año pasado, la iniciativa fue todo un éxito y cientos de corredores participaron para ir entrando en calor antes de comenzar la carrera. Otros, más a su aire, preferían activarse con un par de trotes por las calles del Casco Viejo antes de que se diera el pistoletazo de salida.

Cuando comenzó la carrera, las calles aledañas se llenaron de familiares, amigos y curiosos que no escatimaron en gritos de ánimo, aplausos y pancartas improvisadas para dar calor a los participantes. El ambiente fue inmejorable, con una mezcla de emoción, esfuerzo y espíritu festivo que convierte cada metro en una celebración. Mientras algunos llegaban a meta completamente exhaustos, otros lo hacían disfrutando del recorrido entre cuestas, callejuelas y adoquines.