¿De dónde venimos? ¿Quiénes fueron nuestros antepasados? Gracias a ellos estamos aquí, y son muchos los que deciden recopilar información familiar para construir su propio árbol genealógico el cual pasará de generación en generación para que las raíces continúen creciendo. Esta plantilla gráfica les será muy útil a los niños, e incluso puede hacerse en familia, para que desde la infancia conozcan sus antepasados, contarles historias, anécdotas… que seguro ellos mismos contarán también cuando crezcan. 

Rebuscando en el pasado familiar.

Rebuscando en el pasado familiar. Pexels

Los más pequeños de la casa tienen el primer contacto familiar con sus padres. Sus primeras palabras así lo demuestran, y poco a poco su círculo va creciendo con sus hermanos (si los tuviese), abuelos, tíos y primos. Este sería su círculo más cerrado, el más estrecho, pero ¿Quién les dio vida por ejemplo a los abuelos? Los niños pueden aprender las relaciones de sus familiares, sus nombres, las fechas de nacimiento de todos los integrantes del núcleo familiar y desarrollar a la vez una acción creativa. Asimismo, este método puede servir para contribuir en la construcción de la identidad de un niño, ya que de esta forma pueden conocer su parentesco, superar y entender las pérdidas de algunos familiares y normalizar en cierta medida la muerte, y lo que conlleva para su salud.

“A día de hoy sigo con la investigación que inicié en 1979 para conocer mi pasado familiar”

Ramiro Talavera - Jubilado

Pero para empezar a crear ese gran árbol será necesaria la tarea de investigar, que en este caso les corresponde a los más adultos para después poder plasmarlo de mil maneras sobre el papel y construir ese árbol genealógico que iremos ampliando conforme la familia vaya creciendo. 

RECONSTRUYE TUS RAÍCES FAMILIARES

Si te gustaría empezara a hacer tu árbol genealógico te aconsejamos que lo hagas de la manera más tradicional, en papel. Para ello necesitarás un papel grande o una cartulina, rotuladores de colores, tijeras, pegamento en barra, imágenes (opcional) y una regla podremos empezar a dibujar. Aquí podemos dejar volar nuestra imaginación: colocando fotografías en vez de poner los nombres, dibujando las propias caras, un pino, un roble… De esta manera puede ser lo más visual y atractivo para los más pequeños, pero también se puede hacer de manera esquemática en el caso de que un adulto quiera tan solo conocer de manera más sintetizada sus raíces. Asimismo, sobre el papel siempre se puede rectificar eliminando aquello que no queramos, y fijándonos más en los propios detalles. A continuación desgranamos los pasos a seguir:

  1. En primer lugar, extendemos la cartulina o el papel sobre la mesa que vayamos a trabajar, fijándola, por ejemplo, con cinta adhesiva, para que no se mueva en ningún momento. 
  2. Seguidamente dibujaremos con la ayuda de un lápiz y de manera muy sutil el árbol. De esta forma, en el caso de que tengamos que borrar, apenas se perciban las líneas anteriores. Después, marcaremos la última versión con un rotulador, aunque otra opción puede ser imprimir el que nos gusta de Internet y calcar. 
  3. Una vez hechos los pasos anteriores y teniendo toda la información de nuestros antepasados, podemos empezar a construir el árbol. Podemos ayudarnos de imágenes en el caso de que las tengamos. Hay muchas maneras de organizarlo, pero podemos apostar por el orden ascendente: la foto del niño lo más abajo posible y las de sus hermanos a los lados o algo más arriba. En un siguiente nivel irán los padres y a los lados, los tíos, de los que colgarán sus primos. Más arriba quedarán los abuelos.
  4. Por último, una vez situadas las fotos, podemos acompañar las fotos de sus nombres, el parentesco, edad, lugar de residencia o nacimiento... ¡Y ya estaría!

 Labor de investigación Si lo que queremos es que nuestro árbol esté lo más completo posible, necesitaremos indagar en nuestro pasado. En primer lugar, ante la duda siempre se puede recurrir a los familiares más cercanos o a las personas más mayores. En segundo lugar, acudir al Registro Civil sería otra opción, ya que allí, con la ayuda de un funcionario sería posible lograr partidas de nacimiento, actas de matrimonio o certificados de defunción. En tercer lugar, también podemos repasar documentos familiares que estén en casa o en la de alguno de nuestros abuelos como pueden ser los libros de familia, escrituras, esquelas… En la misma línea, las fuentes eclesiásticas también son de gran ayuda para estos casos. Existen múltiples comunidades que recopilan datos de los feligreses de la época.

Paso a paso para hacer tu árbol genealógico. Pixabay

Una vez aglutinada toda la información necesaria para construir el árbol genealógico familiar toca empezar a construir las ramas. Comenzaremos desde el tronco con los más pequeños siendo estos la base, y después iremos ascendiendo con los padres y tíos a un segundo nivel. Los abuelos irán en un tercer nivel. Así hasta llegar a las ramas más superiores con los tatarabuelos, si hemos logrado dar con ellos.