l músico francés afincado en San Sebastián Pascal Gaigne (Caen, 1958), -prolífico compositor de más de 120 bandas sonoras de producciones audiovisuales vascas y también estatales-, estudió música en la Universidad de Pau y en el Conservatorio Nacional de Toulouse, pero se trasladó a la capital guipuzcoana en 1985.
Una vez instalado allí, frente al mar, la capital gipuzkoana le ha servido como lugar de inspiración para desarrollar su carrera musical creando partituras para cine, piezas concertísticas y para teatro o danza, además de ser productor musical y arreglista.
Su trayectoria profesional incluye composiciones para cineastas de la talla de Víctor Erice (’El sol del membrillo’), Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga (‘La trinchera infinita’ y ‘Handia’), Daniel Sánchez Arévalo (’Azul oscuro casi negro’ y ‘Gordos’), Icíar Bollaín (’El olivo’, ‘Flores de otro mundo’, ‘Katmandú, un espejo en el cielo’) o Ramón Salazar (’Piedras’, ‘20 centímetros’), entre otros. Incluso una excursión en el cine estadounidense con ‘Remember me’, una película protagonizada por Brian Cox y Bruce Dern.
Un año después de llegar a San Sebastián, escribió la banda sonora de ‘Zergatik panpox’ y dos años más tarde, la música de ‘Ander eta Yul’. Desde entonces, su presencia en el cine vasco ha sido continua. Además de crear la música de múltiples cortometrajes vascos, como ‘Bertzea’, ‘Lepokoa’ u ‘Ostertz’, en 2001 trabajó con Montxo Armendáriz en ‘Silencio roto’ y seis años más tarde conoció a Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga en la filmación del documental ‘Lucio’. Tras esa primera colaboración llegarían ‘80 egunean’ (2010) y ‘Loreak’ (2014), dirigidas por Jon Garaño y Jose Mari Goenaga.
En 2014 también trabajó en ‘Lasa y Zabala’, de Pablo Malo, y tres años después alcanzó el éxito con la música de ‘Handia’ (2017), del tándem Arregi-Goenaga. Esta multipremiada película, uno de los mayores éxitos del cine vasco, le procuró el Goya a la mejor banda sonora original. Un reconocimiento que se le había resistido en tres ocasiones anteriores. En 2017 fue nominado por ‘El olivo’, en 2015 por ‘Loreak’, en la categoría de Mejor Música Original, y en 2012 como candidato al Goya por su canción para la película ‘Verbo’. Después, en 2020, volvió a sentarse en la butaca de nominados por ‘La trinchera infinita’.
Además de este galardón, Gaigne ha recibido importantes premios, como el ‘Pentagrama de Oro’, en el Festival de Buenos Aires, por la música de ‘El otro barrio’ (2000), el Premio a la Mejor Banda Sonora Europea, otorgado por la Federación Europea de Asociaciones de Compositores de Cine, para ‘Azul oscuro casi negro’ (2006), dos ‘Biznagas de Plata’ en el Festival de Málaga: ‘20 centímetros’ (2005) y ‘Plan de fuga’ (2016) y la Violeta De Oro del Festival Cinespaña de Toulouse por la BSO de Loreak (2014).
Además, como homenaje a su extensa trayectoria, Gaigne recibía el Premio SADE en 2018. Un galardón que reconocía “la importante contribución” del músico al cine vasco y estatal, así como su gran trayectoria profesional”. Y más recientemente, en 2020, recibía el Premio Música para la Imagen durante la gala de clausura del Festival de Cine de Alicante.
Era un año en el que acababa de dejarnos el maestro Ennio Morricone, a quien quiso referirse como “una de las más importantes figuras de este género raro, bicéfalo, alquímico, que es la música de cine. En cualquier caso, hacer música de cine es injertar un sueño en un otro sueño , una tarea difícil llena de trampas”, advertía antes de dedicársu premio selo a él por ser “el creador de una gran parte del lenguaje musico-visual” de la historia.
Pero a pesar de su reconocimiento como autor de bandas sonoras para el cine, Pascal Gaigne aseguraba en una entrevista en Deia realizada en octubre de 2021, que “siempre ha hecho “composición fuera del cine”. “Es algo que necesito. No puedo hacer solo cine porque aquí (refiriéndose a su faceta como compositor musical), hago lo que quiero y nadie me puede quitar algo o decirme que no utilice un determinado instrumento. El cine, aunque también es muy bonito, es un trabajo más de equipo. Tienes un director que tiene sus gustos y te puede imponer ciertas cosas”, advertía.
“Me encantaría ver en concierto a Ariana Grande.
En el confinamiento
no pude ir”
“Me gusta poner música mientras cocino tranquilamente. Escucho de todo”
“Escucho mucha música para elegir mis coreografías y recomiendo a
Pascal Gaigne