l Museo de Bellas Artes de Bilbao es uno de los mayores emblemas que tiene la capital vizcaína. Además de atraer numerosas obras de arte, exposiciones de todo tipo y expandir la cultura cada año de manera única son muchos los turistas los que se acercan a Bilbao para visitar tanto esta pinacoteca como el Museo Guggenheim y a Puppy, su carismático perro, entre otros puntos de referencia de la ciudad. En nuestro caso nos centraremos en el Museo Bellas Artes de Bilbao, caracterizado por la amplitud cronológica de sus obras, que van desde el siglo XIII hasta nuestros días, así como por la gran diversidad de manifestaciones artísticas que contiene en sus paredes en plena capital vizcaína. Pero, ¿qué sabemos acerca de este museo, que en la actualidad se encuentra en plena ampliación y que de cumplirse todos los plazos presentará una nueva cara a finales de 2023?
Echando un poco la vista atrás, descubrimos que donde se encuentra el actual Museo de Bellas Artes de Bilbao, Museo Plaza, 2, había dos museos diferentes. En el año 1908 se fundó el Museo Bellas Artes y seis años más tarde Manuel Losada fue director de esta institución. Más tarde, en 1924, se inauguró otro, prácticamente al lado, centrado en Arte Moderno. Su director fue Aurelio Arteta. Así estuvieron conviviendo ambos museos durante un tiempo hasta que en el año 1945 ambas instituciones tomaron la decisión de unirse. De esta manera podemos decir que en ese momento se inauguró el edificio antiguo -que a lo largo de los años ha vivido numerosas ampliaciones y modificaciones-.
La dirección en la unión de ambas instituciones del año 1945 estuvo a cargo de Manuel Losada hasta 1949 y tras él estuvo Crisanto de Lasterra hasta 1973, Javier de Bengoechea hasta 1982, Jorge de Barandiaran hasta 1996, Miguel Zugaza hasta 2002, Javier Viar Olloqui hasta 2017 y desde el 20 de marzo de 2017. Miguel Zugaza de nuevo tras estar de 2002 a 2017 como director del Museo del Prado de Madrid. Crisanto de Lasterra, por su parte, vivió en 1970 la adhesión del edificio moderno y posteriormente en 2001 se le hizo una reforma que le otorgó la forma que hoy día tiene -hay que tener en cuenta que en la actualidad está en plena reforma y que se espera que finalice a finales de 2023-.
Desde la inauguración del Museo de Bellas Artes en 1945 -sin contar las dos instituciones previas anteriormente mencionadas- ha existido una colaboración civil, de artistas locales y de instituciones públicas que han permitido que el Museo pueda haber reunido una extensa colección, que se la considerada como una de las más importantes y variadas que existen en España.
Así, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao encontramos legados, donaciones, así adquisiciones que la propia dirección ha ido realizando a lo largo de los años. Con esto y tras seguir una estrategia de compra, adquisición y posesión pueden ofrecer a los visitantes una amplísima panorámica por la historia del arte. Sin ir más lejos un total de 10.000 objetos se encuentran repartidos entre la sección de Arte Moderno y contemporáneo, Arte Antiguo, Obra sobre Papel, Artes Aplicadas y en la de Arte Vasco.
Dentro del Museo de Bellas Artes de Bilbao se puede encontrar una gran representación de la escuela española, del arte vasco, de las escuelas flamenca y holandesa de entre el siglo XV y XVII, de la escuela italiana y varios ejemplos de vanguardia impresionista y postimpresionista.
Tras la Guerra Civil, se tomó la decisión de unir el Museo de Bellas Artes y el de Arte Moderno. Así, el nuevo edificio vio la luz en 1945 con el nombre de Museo de Bellas Artes y de Arte Moderno de Bilbao. La obra, realizada por los arquitectos Fernando Urrutia y Gonzalo Cárdenas, resultó insuficiente y se pensó en hacer una reforma. El encargo se realizó a principios de 1960 y en 1970 se habilitaron nuevos espacios y servicios en los sótanos del edificio. 21 años después el Gobierno Vasco, como institución pública, entró a formar parte del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Con Miguel Zugaza en la dirección se decidió hacer una nueva ampliación. Se quería mejorar la comunicación horizontal y vertical entre los dos edificios que integran el museo mediante un nuevo nexo de unión y una nueva galería, así como liberar una serie de espacios para reunir y optimizar los servicios -recepción, cafetería, restaurante, tienda librería, biblioteca, departamento didáctico y auditorio- y ampliar los espacios expositivos. Las obras se finalizaron el 10 de noviembre de 2001.
“En el Bellas Artes he trabajado como guía, acercando
el arte a gente de todas las edades”