l último tramo de 2021 ha demostrado la “pujanza” del cine vasco. Así lo cree Zineuskadi, una plataforma sin ánimo de lucro que impulsa nuestro sector audiovisual con el objetivo de “facilitar su desarrollo y expansión en el ámbito nacional, europeo e internacional”. Los ejemplos del buen momento del cine facturado en la CAV y en Navarra se han multiplicado los últimos meses. En primer lugar, gracias al inmejorable escaparate que todos los años ofrece el Festival de Cine de San Sebastián, que ya en la pasada edición, la número 69, presentó 17 películas vascas: 13 largometrajes, un corto, una serie y dos filmes en fase de producción. Durante el Zinemaldia, el premio Zinemira, el galardón honorífico otorgado por la organización de productores EPE/APV e IBAIA “a la trayectoria de una personalidad, programa o institución destacada del cine vasco”, fue a parar a Kimuak, el programa de apoyo al cortometraje vasco surgido en 1998 y que ha servido como trampolín a directores consagrados como Borja Cobeaga, Nacho Vigalondo, Koldo Almandoz y Asier Altuna, entre otros.

El festival de Cannes regresó a una relativa normalidad en la 74 edición y premió el trabajo del getxotarra Gonzalo Quincoces, el corto ‘La caída del vencejo’, vencedor en la categoría Queer Palm o LGBTI. La sorpresa fue mayúscula en su entorno, ya que se trataba del trabajo fin de grado del joven cineasta y aterrizaba en el prestigioso certamen sin grandes expectativas y con un relato local, ambientado en la Bizkaia “industrial, oscura y dramática” de los años 80. “Me parecía que la historia que quería contar se podía amoldar a ese universo”, dijo Quincoces a Deia. “En esa década hay más cosas que contar que en los 90. Tengo guardados recortes de periódicos, portadas... Entre el tema de ETA y los GAL la historia es increíble”.

Las obras audiovisuales sobre el conflicto vasco se han multiplicado en los últimos años. ‘Érase una vez en Euskadi’, una bienintencionada y amable ópera prima en la que un grupo de preadolescentes se reúne en el verano del 85 en un convulso pueblo vasco, ha sido uno de los últimos estrenos. Además del retrato político y social de una época, se subraya la importancia de la amistad en la infancia. Esta especie de ‘Cuéntame’ costumbrista a la vasca sigue la estela de la conocida frase atribuida a Rilke en la que “los recuerdos de infancia no solo forman parte intrínseca de nuestras vidas, sino que estructuran nuestra personalidad”. También es peculiar y muy personal la mirada del escritor, guionista y cineasta Lander Garro en el documental ‘Tipularen Sehaska’. Logró reunir 18.000 euros este verano a través de un crowdfunding en la plataforma Verkami para completar un film que, “narrado en primera persona y desde las entrañas”, ensambla dos duras realidades: la vida en prisión con la enfermedad. Un asunto complejo y peliagudo, apenas abordada en la ficción.

El punto de partida es el poema ‘Nana de la cebolla’ de Miguel Hernández, fallecido en la cárcel en 1942. En la película de Garro se traza una comparativa histórica entre pasado y presente. Y lanzan una pregunta: “Si morir preso en la guerra de 1936 no tenía sentido, ¿tiene sentido hoy en día?”

El efecto de la serie ‘Patria’ primero y el impacto emocional de ‘Maixabel’ recientemente, ambas rodadas en Gipuzkoa, permanecen en la retina de muchos espectadores. 10 años después del fin de la violencia de ETA, la película de Icíar Bollaín ha superado todas las previsiones y ha recaudado hasta la fecha cerca de 3 millones de euros en las taquillas españolas, superando holgadamente la cifra de los 500.000 espectadores. Asimismo, es una de las grandes favoritas de los Premios Goya con 14 nominaciones, solo por detrás de ‘El buen Patrón’, que logra 20. El pamplonés Mikel Serrano aspira a su tercer Goya en la Categoría de Mejor Dirección Artística, tras los éxitos cosechados con ‘Handia’ y ‘Akelarre’. En ‘Ventajas de viajar en tren’, la disparatada comedia de Aritz Moreno, también estuvo nominado, pero se quedó a las puertas de obtener el galardón. La gala se celebrará el próximo 12 de febrero en el Palau de Les Arts de Valencia. “Una de las cosas más bonitas de nuestro trabajo como directores de arte es que vas saltando de un proyecto a otro y cambiando de registro, buceas en diferentes direcciones... Y eso a mí me parece muy emocionante y un reto, no obstante”, explicó Serrano en Noticias de Navarra.

La historia de Maixabel Lasa, viuda del gobernador civil de Gipuzkoa Juan María Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000, y que participó en unos encuentros restaurativos con uno de los asesinos de su marido, se rodó a principios de año en varias localidades guipuzcoanas: Pasaia, Donostia, Oiartzun y Tolosa, entre otras. Gipuzkoa ha sido un filón para las producciones televisivas y cinematográficas, sobre todo en el primer semestre de 2021.

En algunos casos, con títulos muy conocidos para el público general. ‘La Fortuna’, dirigida por Alejandro Amenábar; ‘Sin límites’, la serie de Amazon Prime que narra la primera vuelta al mundo de Elcano y Magallanes; ‘En busca del Edén’, con Amaia Salamanca como protagonista; y las películas y series que se han rodado en Zinealdea, Oiartzun, un espacio con más de 18.000 metros cuadrados “para desarrollar proyectos audiovisuales de cualquier índole”. En los estudios oiartzuarras este curso se ha rodado la segunda temporada de ‘El internado: Las cumbres’. Por su parte, Bilbao acogió durante el mes de junio la serie ‘Intimidad’ de Netflix, una de las grandes apuestas de la plataforma y en la que participa, entre otros, la actriz vizcaína Itziar Ituño. Como curiosidad, parte de la grabación se rodó en las instalaciones del ayuntamiento y el alcalde, Juan Mari Aburto, visitó el set del rodaje. “Siempre hemos dicho que Bilbao es una ciudad de cine”, destacó Aburto. “Estamos encantados por la elección de Netflix de nuestra villa para esta serie, y sobre todo de nuestro Ayuntamiento. De alguna manera, nos veremos reflejados en la pantalla”. Además de la ficción producida por Txintxua Films, Bilbao también ha sido sede de varios rodajes en 2021. Sólo en el mes de mayo sus calles fueron testigo de la grabación de ‘La vida padre’, una comedia con Karra Elejalde dirigida por Joaquín Mazón, y ‘El comensal’, la nueva película de Ángeles González-Sinde.

El actor donostiarra Álvaro Manso es el asistente del alcalde del pueblo a quien da vida Miguel Ángel Silvestre en ‘30 monedas’, la serie que Álex de la Iglesia estrenó por todo lo alto hace un año en Netflix y que “en solo dos capítulos”, asegura Manso, se convirtió en la producción más vista de 2020. Rodado en el encantador pueblecito segoviano de Pedraza, la habitual ‘troupe’ del director bilbaíno tomó casi literalmente las pedregosas calles del municipio hasta convertirlo en un plató enorme donde el director de ‘El día de la bestia’ se explaya: hay humor negro, satanismo, una imaginación desbordante, acción, excesos castizos y rocambolescos giros de guion al que solo un reducido equipo del rodaje tenía acceso. El secretismo fue absoluto durante la grabación.

Y aunque la serie, estrenada en HBO tras su pase por Sitges y Venecia, también tuvo sus detractores, arrojó en líneas generales un saldo positivo. La segunda temporada de este aquelarre de terror ya está en marcha. De hecho, el tándem conformado por Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, su colaborador habitual, habían concebido ‘30 monedas’ como una trilogía. En verano adelantaron en Twitter que estaban trabajando en las últimas versiones del nuevo guion, compuesto por 8 capítulos. Contará de nuevo con la presencia estelar de Miguel Ángel Silvestre, entre otros, y aún falta por confirmarse la fecha de estreno. Según algunas fuentes, volveremos a reencontrarnos con Pedraza a finales de 2022

Navarra, el nuevo Hollywood

‘D’Artacan y los tres Mosqueperros’, ‘Ana Tramel. El juego’, ‘La Pasajera’, ‘Surcos’ y ‘Dos’ son los últimos estrenos contabilizados por Navarra Film Comission, la oficina de cine creada por el Gobierno foral en 2009 y que ejerce de enlace entre las administraciones públicas y la industria audiovisual. Según este organismo, se encuentran en producción otros 14 títulos. La razón de la óptima salud de la que gozan los rodajes en Navarra, además de por su variedad y belleza de espacios naturales, se puede encontrar en las exenciones fiscales de Hacienda. Las piezas audiovisuales alcanzan una deducción del 35% o, en algunos casos hasta del 40%, superando así las cifras del resto del Estado. Se trata de uno de los aspectos que se destaca de manera clara en la propia web de Navarra Film Comission. “Ven a rodar a Navarra y benefíciate de una deducción del 35% en la cuota líquida por las inversiones en producciones españolas de largometrajes cinematográficos y de series audiovisuales de ficción, animación o documental”. El artículo 65 de la Ley Foral 26/2016 del Impuesto de Sociedades en Navarra, que regula el incentivo fiscal para el cine y la producción audiovisual, logró abrir un camino que hasta no hace mucho parecía poco menos que imposible: ubicar a Navarra como un destino atractivo para hacer cine.

Durante el último festival Lo que viene de la Ribera, celebrado entre el 12 y el 14 de mayo, se habló sobre el concepto de “Navarra y el nuevo Hollywood” por sus incentivos fiscales. “Es un sector estratégico para el Gobierno de Navarra y para la generación de economía y empleo. Navarra es referencia en energías renovables, el sector agroalimentario y la intención es apostar por el sector audiovisual”, subrayó durante la presentación del certamen Izaskun Goñi , directora general de Política Empresarial, Proyección Internacional y Trabajo del Gobierno de Navarra.

“Uno de nuestros problemas es que aquí no nos atrevemos a hacer películas de cien millones de euros”

“Que en la Nueva Ley Audiovisual haya un cupo de idiomas, no me importa mucho.

Lo importante es que se hagan más producciones audiovisuales, ya que el cine crea mucho empleo”

“Creo que es necesario un cambio de la normativa para que la marca Euskadi se conozca fuera de nuestras fronteras”