Las toallas del cuarto de baño son uno de los textiles que más utilizamos en el hogar y, además de estar bien colocadas en los toalleros para dar a nuestro aseo una sensación de orden, sobre todo deben estar limpias.

Lavarlas bien y secarlas de la forma correcta es esencial para mantener la higiene de unos tejidos que van a entrar en contacto directo con nuestra piel. Si esta no es adecuada, corremos el peligro de que las toallas se conviertan en un foco de gérmenes y bacterias.

El baño, un lugar donde habitualmente se concentran humedad y altas temperaturas, a veces acompañadas de una mala ventilación, no se presenta como el sitio más idóneo para las toallas, por eso es importante vigilarlas de cerca. 

Aunque aparentemente estén limpias, pueden ser en realidad un cúmulo de suciedad invisible, lo que supone un importante riesgo para nuestra piel y nuestra salud en general. Bajar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena y lavarnos bien las manos antes de secárnoslas son dos gestos importantes para evitar contaminarlas.

Una mujer huele una toalla limpia. Freepik

Cada cuánto tiempo hay que lavarlas

Visto lo visto, lo que nos pide el cuerpo es lavar las toallas después de cada uso, pero no sería viable ni desde el punto de vista económico, ni ecológico. Lo más sensato es buscar un equilibrio y la mayoría de los estudios coinciden en señalar que lo ideal es lavar las toallas de baño de uso individual dos veces por semana, es decir, cada tres o cuatro días.

Tan importante como lavarlas de la forma correcta es secarlas bien. Las secaremos siempre que se pueda al aire libre, sin que les dé directamente el sol, y si no es posible, en secadora o extendidas en un toallero.

Secarlas en interior nunca es buena opción, ya que pesan demasiado y tardarán mucho tiempo en secarse. Evita colocarlas en el radiador, ya que se secarán en exceso y se endurecerá el tejido. Si no las secamos bien, estaremos favoreciendo el desarrollo de gérmenes.

Varias toallas de colores dobladas sobre una banqueta. Freepik

Cómo debemos lavarlas

Ahora que sabemos cada cuánto tiempo debemos lavar las toallas, es importante conocer la forma más adecuada de hacerlo para mantener una correcta higiene. A continuación te mostramos seis claves:

1- Lavado exclusivo. Es recomendable lavar las toallas solas en la lavadora y no mezclarlas con otras prendas de ropa ni con calzado.

2- Con vinagre y bicarbonato. Mételas en la lavadora y echa sobre ellas vinagre y bicarbonato. Saldrán bien desinfectadas y suaves.

3- A temperatura elevada. Lávalas al menos a 60ºC para eliminar virus y bacterias. Te quedarán perfectamente desinfectadas, absorbentes, perfumadas y esponjosas. Eso sí, mira antes la etiqueta no sea que se pueda estropear.

4- Con poco detergente. Si echas demasiado jabón, las toallas saldrán de la lavadora llenas de espuma y mal aclaradas, con olor a humedad y a moho y se acabarán estropeando.

5- Con poco suavizante. Usar mucho suavizante disminuye su capacidad de absorción y hace que acumulen una capa que les generará un aspecto sucio y mal olor.

6- Sacúdelas al sacarlas de la lavadora. Ese sencillo gesto hará que las fibras se expandan y recuperen su flexibilidad, evitando que queden apelmazadas. 

Cada vez que te laves las manos o te duches, echa un vistazo a las toallas y recuerda lo importante que es extremar su higiene. Ten mucho cuidado, no vaya a ser que un simple descuido le acabe jugando una mala pasada a tu salud.