Si algo deberíamos tener claro a estas alturas es que la sostenibilidad es un compromiso que compartimos todos. Ya sea desde las acciones más mundanas del día a día hasta el diseño de procesos logísticos de una empresa hacia un futuro más verde, la lucha por el medio ambiente es algo que involucra a toda la sociedad. Uno de esos espacios clave de interacción y consumo es el sector hostelero. El proyecto #PorElClima aborda precisamente el proceso de descarbonización de la hostelería.
Aunque la hostelería no es de los sectores más contaminantes, su capilaridad en el tejido económico y su cercanía a la ciudadanía la convierten en un espacio estratégico para la acción climática. Y, aquí en Álava, donde la gastronomía y el turismo ganan protagonismo, esta apuesta cobra aún más sentido.
¿En qué consiste el proyecto #PorElClima?
Se trata de una plataforma, creada por Coca-Cola en colaboración con ECODES y Hostelería de España, que busca movilizar al sector hostelero para que ponga en marcha cada día más medidas para impulsar acciones concretas en sus establecimientos para reducir su impacto y lograr que mejore su relación con el entorno. Así, las empresas participantes pueden encontrar desde herramientas para calcular sus emisiones, recomendaciones de mejora, apoyo técnico y visibilidad.
Esta movilización se traduce en acciones medibles gracias a la metodología de cálculo basada en el GHG Protocol, que permite a los negocios conocer con precisión su huella de carbono y consumo energético. A partir de ahí, pueden implementar mejoras reales, evaluables y alineadas con los objetivos de descarbonización.
Y con más de 200 000 prácticas registradas en toda España, esta plataforma se ha convertido en un repositorio de buenas prácticas para la descarbonización del sector hostelero. Algunas de las más efectivas son sustituir congeladores antiguos, instalar lavavajillas eficientes, pasarse a bombillas LED o cambiar el suministro eléctrico a energía de origen renovable.
Red local, impacto global
En Álava, un centenar de establecimientos de Vitoria-Gasteiz y otras localidades ya se han sumado a la campaña. Algunos tan conocidos como el restaurante El Chispial, KlanDestino o Café Dublín forman parte de esta iniciativa.
De ellos, el 96% colabora en la reutilización de vidrio, dándoles una segunda vida a los envases y el total de los establecimientos adheridos alaveses trabaja con proveedores locales, priorizando a los más cercanos para reducir en la medida de lo posible las emisiones de CO2 que derivan del transporte.
Lo interesante es el efecto acumulativo de este proyecto. Según el informe de 2024 del Observatorio de Acción Climática, un restaurante medio genera 31,6 toneladas de CO₂ al año y un bar 10,7. Con ajustes sencillos —como cambiar las luminarias o contratar energía verde— es posible reducir considerablemente ese impacto. Por ejemplo, instalar luminaria LED implica un ahorro anual del 80% en la factura de la luz o cambiar a electrodomésticos más eficientes puede suponer un ahorro de casi el 60%. Algo que ya han conseguido los más de 14.600 locales adheridos en todo el Estado.
Es más, gracias a Hostelería #PorElClima, se ha conseguido fijar una foto general de la huella de carbono de los bares y restaurantes. Esto ha permitido a Coca-Cola definir una guía del negocio hostelero descarbonizado en la que se explica paso a paso cómo un establecimiento puede reducir su huella de carbono para convertirlo en un local ‘Emisiones Netas Cero’.
Medidas que funcionan
La hostelería aporta un 5,8% del PIB en el Estado y emplea directamente a 1,6 millones de personas de media, según datos de Hostelería de España. Si a eso añadimos las personas que todos los días consumen en uno de estos establecimientos, nos encontramos con un gran potencial para concienciar y actuar contra el cambio climático.
En Álava, ya hay más de un centenar de locales demostrando que la sostenibilidad empieza en lo cotidiano. Son solo el principio de una red hostelera que, medida a medida, está marcando el rumbo hacia una economía baja en carbono.