Richard Pena, la voz en ‘off’ de ‘First Dates’: “Una vez me reconocieron en el SEPE”
Su mítica frase en ‘First Dates’, “¿No se ha quedado una noche perfecta para encontrar el amor?”, es recordada y reproducida por muchos
¿No se ha quedado una noche perfecta para encontrar el amor? Poca gente desconoce esta icónica frase del programa First Dates de Cuatro. Y quien pone voz a esta pregunta no es otro que el actor y periodista Richard Pena. Este barcelonés lleva ya seis años repitiéndola día tras día, sin contar las veces que, por la calle, le piden que la diga. Y, por supuesto, lo hace encantado. Pero Pena no es solo la inconfundible voz en off del exitoso programa de citas, ni el periodista que vemos muchas tardes de los fines de semana en Fiesta de Telecinco tratando temas de actualidad o presentando reportajes de investigación; el catalán también es un actor que ha participado en numerosas series de televisión y películas.
Es conocido, sobre todo, por ser la voz en off del programa First Dates, ¿cómo llegó aquí?
Mi trayectoria siempre ha sido fruto del trabajo, sin depender de padrinos. En su momento trabajé en el programa El Diario de Patricia, donde la productora ejecutiva, que luego se convirtió en la directora de First Dates, siempre mostró interés por mi voz. Comencé en First Dates como redactor, y más adelante surgió la sección que conocemos. Fue Telecinco quien decidió darle forma a la sección, y ella apostó por mí. No hubo casting; simplemente, a Telecinco le gustó mi voz y decidieron mantenerla, aunque posiblemente al principio pensaban en una chica. Con el tiempo, también asumí la responsabilidad de los guiones. Al principio, los escribía una guionista, pero ahora soy yo quien crea todos los chascarrillos y ocurrencias que digo en el programa.
¿Qué consejo le daría a alguien que quiere presentarse al programa y quiere causar buena impresión?
Sé que suena repetido, pero lo más importante es ser tú mismo. Lo interesante es que, al ser las cámaras robotizadas y de tamaño reducido, la gente se siente cómoda y comienza a mostrarse tal como es en cinco o diez minutos. La cita se graba completa, pero luego se seleccionan fragmentos, lo que permite que salga a la luz el verdadero yo de las personas. Mi consejo es que sean auténticos y, sobre todo, que vengan con la mente abierta a lo que pueda surgir. Ni con expectativas exageradas ni sin ninguna en absoluto, simplemente dispuestos a disfrutar la experiencia.
¿Alguna vez le han reconocido por la calle y le han pedido que diga su frase (¿No se ha quedado una noche perfecta para encontrar el amor?)?
Sí, una vez me reconocieron en el SEPE y me pidieron que dijera la frase. En cuanto lo hice, todo el mundo empezó a partirse de risa (risas). Lo curioso es que mi voz en el programa es más proyectada, mucho más gritada que como la escuchas ahora. Por eso, solo los más atentos, que no son muchos, logran pillarla.
¿Qué historia de amor de las que ha presenciado le ha marcado más?
La historia de Cristina y Christian, que fue la primera gran pareja que pasó por el programa, es muy especial. A día de hoy siguen juntos y tienen un hijo de ocho años, la misma edad que tiene First Dates. Este tipo de historias dejan huella. Quién sabe, quizá algo así te toque a ti algún día.
A través de sus redes sociales cuenta anécdotas sobre lo que le ocurre habitualmente a raíz de trabajar en First Dates. ¿Puede contarnos una?
Te voy a contar una anécdota que creo que no he compartido antes. Una vez llamé a un chico para que tuviera una cita en el programa, pero dudó porque acababa de empezar una relación. Me explicó que había estado en un festival de música, donde conoció a dos amigas, y que terminó liándose con una de ellas. Le dije que no había problema, que ya encontraríamos a otro chico para la chica y que, si quería, podíamos llamarle más adelante. Sin embargo, me respondió que le gustaría vivir la experiencia del programa y que luego le diría a su pareja que la grabación fue antes de conocerla. Le dije: “Vale, tú mismo”. Pues resulta que, cuando llegó, su cita era nada menos que la amiga de su chica. Su reacción fue un poema: “Mira que hay gente en Madrid y me tiene que tocar la amiga. Ya la he liado”. Aquello salió en el programa, y fue muy divertido. La verdad, no sé cómo terminó la historia.
¿Le molesta que le conozcan como Richard, el de First Dates?
No, en absoluto. First Dates me está dando de comer, y además me tratan muy bien. Hay que ser agradecido. En este mundo en el que nos movemos, quienes trabajamos con nuestra imagen sabemos que, si no te identifican por algo, no tienes un punto de partida. Y el mío es First Dates. Además, también tengo el programa Fiesta, que es lo que ha terminado de ubicarme del todo en la mente del espectador.
"First Dates' me está dando de comer, y además me tratan muy bien"
En el programa Fiesta tuvo una sección en la que reconstruía crímenes. ¿Cómo la preparaba?
Carmen Balfagón, muy conocida a raíz del caso Daniel Sancho, y yo trabajamos durante varios meses en la reconstrucción de crímenes sin resolver. Algunos eran muy mediáticos, y otros, menos. Estas reconstrucciones estaban guionizadas, y yo era quien escribía los guiones previamente. Para ello, necesitaba dominar cada caso al detalle: saber dónde estaba cada personaje hasta el momento exacto del crimen. Es un trabajo que me atraía mucho, porque me permitía dar voz a personas cuya historia sigue sin conocerse por completo. Aunque el caso hubiera prescrito, no importaba; lo importante era darles voz y asegurarnos de que esas personas que ya no están con nosotros no quedaran en el olvido.
¿Hubo algún caso que le impactara especialmente?
El caso de Helena Jubany, una joven bibliotecaria de 27 años, es impactante. Fue encontrada muerta en Sabadell en 2001 tras ser lanzada al vacío en un patio interior, desnuda y con varias quemaduras en su cuerpo. A pesar de la gravedad de los hechos, el caso se sobreseyó y nunca llegó a celebrarse un juicio. Las circunstancias, el móvil y los autores materiales del asesinato quedaron sin esclarecer. Además, el proceso estuvo marcado por ciertas irregularidades, y la única persona acusada nunca admitió su autoría, quitándose la vida mientras estaba en prisión. Este caso me resulta especialmente atractivo porque reúne muchos elementos que podrían formar parte de una serie.
Ha trabajado como actor en varias series de televisión y películas. ¿Hay algún papel o género que aún no haya hecho y que le gustaría?
Me encantaría interpretar a un personaje completamente diferente a mí, algo como un nazi. Nunca he hecho un papel así, y sería todo un reto. También me atraen mucho los personajes muy atormentados, esos que tienen un trasfondo emocional complejo. Por otro lado, me encantaría probar con una comedia muy histriónica, al estilo de las que hacía Leslie Gleeson.
Se queja de que solo le ofrecen papeles de personajes extranjeros por su físico, ¿cómo le ha afectado a su autoestima profesional el ser encasillado como el guiri cachas?
Eso mismo me lo dijo una directora de casting. Pero, ¿sabes qué? El pelo se puede teñir, el acento se puede modificar... Creo que pensar de esa forma demuestra una falta de imaginación. Entiendo que en España hay muchísimos actores y que, si encuentras a alguien que encaja físicamente con lo que buscas, es más fácil cogerlo. Y si necesitas a un actor extranjero, también lo tienes sencillo. Pero hay que dar oportunidades. Especialmente porque, a partir de los 30, las oportunidades para los actores disminuyen. Hay ciertos papeles que parecen estar monopolizados por los mismos 20 o 25 actores clásicos, mientras que la mayoría de los castings suelen centrarse en gente joven y en descubrir nuevos talentos. Es hora de ir más allá del físico. El trabajo del casting debería ser ver más allá de las apariencias y apostar por quien realmente sea un buen actor. Muchas veces se elige el camino fácil, incluso optando por personas que no son actores solo porque encajan físicamente. Hay que ser más creativos.
Si pudiera enviar un mensaje a los directores de casting, ¿qué les diría sobre las oportunidades que se están perdiendo al encasillar a los actores?
Entiendo que muchas veces su trabajo no es sencillo, pero es importante abrir la mente y dejar de encasillar a las personas por su físico, su edad o cualquier otro estereotipo. Además, sería ideal dejar de buscar tanto en las redes sociales y apostar más por las escuelas de interpretación, donde hay muchísimo talento esperando una oportunidad. Me entristece ver la cantidad de actores que están trabajando como camareros o en otros empleos, simplemente porque no encuentran el espacio para demostrar lo que valen.
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