El éxito en la televisión tiene sus riesgos y son muchas las celebridades que han pasado de estar en lo más alto a pasar al olvido o fracaso. Uno de los casos más destacados es el de Pilar Soto, la que fuera copresentadora del Grand Prix junto a Ramón García en 1999.
Soto también apareció en Al salir de clase en aquella época, y el éxito tan inesperado de ambos formatos le hizo caer en la bulimia y en la anorexia.
"El tipo de vida que llevaba me llevó a vivir hasta en siete países distintos. El hecho de que nunca nadie estuviera esperándome al volver me resultaba durísimo. Siempre estaba sola, no tenía amigos y no tenía a nadie. Comenzaron a sucederme una serie de circunstancias muy dramáticas y caí en algo terrible que se llama bulimia", confesó en el medio Camino católico, tras contar que llegó a pesar 37 kilos y se volvió adicta a la medicación.
Esta situación límite llevó a la joven a las drogas y el alcohol, lo que la obligó a ingresar en el hospital en ochenta ocasiones. Los médicos llegaron a decirle que había "poco que hacer" para salvar su vida.
Soto asumió que iba a morir, y decidió abrazar a la religión: "Llamé a Cristo y con los ojos de mi alma, vi su rostro. Estaba todavía en la cruz, lloraba. Y pensé: 'Dios mío, ¿qué he hecho? Perdóname, Señor. Así no, Señor. No es mi hora. Ahora entiendo que nada justifica haber atentado contra el cuerpo que me has dado'".
Soto optó por ingresar en el convento toledano de Las Clarisas en Madrilejos, dedicando sus días a la oración.
Bucle autodestructivo
"Los médicos no se explican cómo estoy viva porque no tengo esófago ni nada. Entré en un bucle autodestructivo, era una niña muy mona y no se notaba y lo ocultaba como podía porque no tenía que darle explicaciones a nadie porque vivía sola. Me hacia mis propias encerronas y me hacía agresiones físicas muy graves... Me convertí en un animal, no razonaba”, confesó en Sálvame en el año 2024
Más allá de su vínculo con el catolicismo, a día de hoy no se sabe mucho de su vida personal, ya que no tiene redes sociales. Pese a ello, ha ejercido de comunicadora en Intereconomía, Popular TV y la COPE.
Nueva temporada
El Grand Prix del Verano fue el éxito televisivo de la pasada temporada y vuelve a serlo este año. En gran medida fueron los más pequeños de la casa los que impulsaron un formato que llevaba años olvidado. Ramón García vuelve a dirigir el formato acompañado de Cristina López 'Cristinini'; Wilbur, la vaquilla y el dinosaurio Nico.
El gran bastión del Grand Prix es Ramón García. El presentador vasco cree que la principal baza del programa es su capacidad para reunir a toda la familia.
"El Grand Prix este año va a brillar mucho. Hemos renovado la familia de los espectadores: que se vuelva a juntar la familia para ver un programa de televisión no lo hace ningún programa", ha destacado.