Las noticias que llegan sobre Paula Echevarría suelen estar más relacionadas con el mundo del corazón y la vida privada que con las cámaras de televisión. Su último trabajo serio, por decirlo de alguna forma, ha sido de cine: la película de Álvaro Fernández Armero Si yo fuera rico.
Se ha convertido en chica anuncio, invitada de programas televisivos y miembro especial de las revistas del cuore. Antes fue influencer con mucho poder, pero ahora se ha retirado de ese universo y se dedica a mostrar orgullosa su tripa de embarazada. Paula Echevarría se coló en la vida de los espectadores hace veinte años, cuando empezó a mostrarse como actriz y modelo, o al menos a hacerse más públicos sus trabajos. A partir de ahí pasó por todas las series de renombre, desde Compañeros a El comisario, Gran Reserva o Velvet. Estas tres últimas han sido las que realmente han dado brillo a su carrera, aunque la crítica nunca ha alabado sus dotes interpretativas, y a pesar de haber tenido un recorrido largo, siempre ha visto en ella más a la modelo empeñada en lucirse que a la actriz entregada a un personaje.
Ha tirado mucho de vida personal, siempre superando a la parte profesional. Sus parejas siempre han sido motivo de seguimiento por parte de los paparazzi, carrera que arrancó cuando se anunció su noviazgo con David Bustamante. El cantante, procedente de la primera temporada de Operación Triunfo, estaba en la cresta de la ola en aquella época. Hablamos de 2005 y la pareja vendió todo lo vendible, hasta que el 22 de julio de 2006 las campanas de la basílica Santa María la Real de Covadonga repicaron fuerte.
Se casaban la actriz y el cantante en la boda del año, o del siglo, en Asturias. A partir de ese momento, la pareja se dedicó a mostrar arrumacos y declaraciones de amor por cualquier esquina. Dos años después nació Daniela, la única hija del matrimonio. Ellos siguieron a lo suyo y todo era tan empalagoso que parecía que los adictos a este tipo de informaciones podrían acabar con un peligroso subidón de azúcar.
En ese momento la estrella de ella se encendió de nuevo y se convirtió en protagonista de Velvet junto a Miguel Ángel Silvestre. La serie tuvo un gran éxito y convirtió a la Echevarría en una diva, dentro y fuera de la tele. Las fotos del cariño y el amor matrimonial seguían en las redes, puro postureo, hasta que de repente todo empezó a derrumbarse. Intentaron negar una y mil veces la ruptura, pero fue imposible.
Casas separadas, vidas alejadas, ceños fruncidos ante preguntas indiscretas y divorcio en 2018. Una relación de trece años y un matrimonio de doce fueron diseccionados minuciosamente por los cotillas de la tele. Pronto llegaron los romances de uno y de otra que les devolvió a primera plana de actualidad. Actualmente solo Paula sigue en el candelero, especialmente por temas personales. Como actriz está fuera de cámara y su carrera se centra en ser imagen de firmas caras de moda y cosmética