Receta veraniega: gambones al pil-pil, un plato muy nuestro
En las costas de Galicia y País Vasco, el mar nos ofrece una de sus joyas más preciadas: los gambones. Un marisco de carne jugosa y sabor delicado, que se convierte en el protagonista indiscutible de un plato tan sencillo como sublime
Los Gambones al Pil Pil son una receta tradicional que eleva los sabores del océano a su máxima potencia. Con la salsa pil pil como aliada, este plato convierte la combinación de ajo, guindilla y aceite de oliva en una experiencia gastronómica que te hará sentirte como si estuvieras en el corazón de las rías gallegas.Y si después de probarlos te quedas con las manos aceitosas, no te preocupes: ¡es señal de que la salsa estaba tan buena que no pudiste dejar ni un resto! Solo recuerda tener a mano un buen pan para mojar y disfrutar hasta el último bocado.
Ingredientes
- Gambones frescos grandes: 8-10 unidades (dependiendo del tamaño, uno por persona)
- Aceite de oliva virgen extra: 100 ml (de buena calidad)
- Ajo fresco: 8 dientes (finamente picados o laminados)
- Guindilla (fresca o seca, al gusto): 2 unidades
- Pimentón de la Vera (dulce o picante): 1 cucharadita
- Sal gruesa: al gusto
- Pimienta negra recién molida: al gusto
- Perejil fresco: un buen manojo (finamente picado, para decorar)
- 50 ml de vino blanco seco (opcional)
- Caldo de pescado (opcional, para darle más cuerpo)
- Unas gotas de limón (opcional, para equilibrar la grasa del aceite)
Elaboración
Si los gambones no están pelados, pela las colas dejando la cáscara en la cabeza (si prefieres mantenerla para una presentación más bonita). Haz un corte a lo largo del dorso de cada gambón y retira el intestino con cuidado. Lávalos bien con agua fría y sécalos con papel absorbente.
En una sartén de fondo grueso (idealmente de barro o hierro), calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio-bajo. Añade los ajos laminados o picados finamente. Sofríe con cuidado, removiendo de vez en cuando para que se impregnen bien del aceite, pero sin que lleguen a dorarse demasiado (aproximadamente 2-3 minutos).
Agrega las guindillas (cortadas en trozos grandes) y el pimentón de la Vera. Remueve rápidamente para evitar que el pimentón se queme, lo que podría amargar el plato. Cocina todo junto durante 30 segundos.
Para cocinar los gambones sube un poco el fuego y añádelos a la sartén. Deja que se cocinen durante 3-4 minutos por cada lado (dependiendo del tamaño), hasta que estén rosados y bien sellados. Si te gusta, añade un chorrito de vino blanco y deja que se evapore el alcohol, lo que intensificará el sabor y creará una base sabrosa.
Cuando los gambones estén listos, apaga el fuego. Con una cuchara de madera, comienza a mover el aceite, el ajo y los jugos que han soltado los gambones. Hazlo con movimientos circulares para que el aceite se emulsione con el jugo de las gambas, creando una salsa espesa y aterciopelada.
Toques finales: si lo prefieres, agrega unas gotas de limón para darle frescura al plato. Espolvorea el perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura. Para emplatar, sirve los gambones rociados con la deliciosa salsa pil-pil. Acompáñalos con un buen pan para mojar.
Consejo: los gambones grandes tienen una carne más firme que las gambas, por lo que requieren un tiempo de cocción ligeramente mayor. Asegúrate de que estén bien cocidos, pero sin pasarte para evitar que se pongan duros.
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