Las frutas y verduras son un componente esencial en una dieta equilibrada. Su alto contenido en minerales, vitaminas y nutrientes las convierte en una fuente importante para uno de los pilares de la buena salud. No obstante, dada la gran variedad, cabe la pregunta cuál de todos los vegetales es mejor para el cuerpo. Es la fruta con mayor porcentaje de proteína que existe, tiene más minerales que el plátano y, al poseer azúcares de absorción lenta, es apta para las personas diabéticas.

Resulta ideal para los deportistas y su nombre procede del idioma quechua (semilla fría o pecho de mujer frío), ya que es originaria de los Andes. Se trata de la chirimoya, un fruto tropical que en España se conoce como el manjar blanco. La chirimoya se ha convertido en un producto muy relevante, especialmente en Andalucía, donde ya se cultiva gracias al clima y a las temperaturas suaves y a la humedad. Se trata de un fruto que tiene forma de corazón, con un tamaño similar al del pomelo, cubierto por una piel verde con escamas que recuerdan a un reptil.

En su interior, la fruta es blanca y de textura carnosa, donde se insertan sus reconocibles pepitas negras. Por tanto, la manipulación se debe de hacer de una manera especial y no es de extrañar que su valor nutricional también lo sea. Tiene la fama de ser un fruto delicado, ya que la chirimoya no aguanta más de tres días en el árbol a menos de siete grados, además no debe ser mezclada con otras frutas. 

Un alimento muy beneficioso

La chirimoya es una fruta que no aparece entre las más consumidas en España. Originaria de Perú, pertenece a la familia Annonaceae, un grupo de especies originarias de algunas islas del Pacífico. Dentro de esta familia, la chirimoya es más conocida, junto con la guanábana. La chirimoya tiene una serie de nutrientes que se traducen en que se trata de un alimento óptimo para el sistema nervioso central o la retención de líquidos.

Chirimoya.

El potasio es un mineral clave en la transmisión y generación del impulso nervioso, así como en la actividad muscular al intervenir en el equilibrio de las células. Además, un estudio realizado por la Universidad de Granada probó las propiedades antioxidantes y antiproliferativas contra el cáncer. La chirimoya es capaz de eliminar hasta el 50% de las células cancerígenas en los cultivos que utilizaron en su investigación. Este hallazgo contribuye a que esta fruta también sea una opción terapéutica beneficiosa.

Cómo introducir la chirimoya en la cocina

La chirimoya se debe consumir cuando está completamente madura; es decir, cuando el color de la cáscara cambia de verde claro a un verde oscuro y la fruta adquiere más peso. Si compra una chirimoya que está demasiado dura y que aún no está madura puede dejarla madurar a temperatura ambiente, como se hace con el aguacate. Una vez madura, si no va a consumirla, es recomendable guardarla en el frigorífico.

Esta fruta tropical no necesita grandes preparaciones culinarias, ya que la pulpa interior es cremosa y se suele consumir cruda. Pero también puede incorporar en infinidad de recetas, sobre todo para elaborar mermeladas, helados, budines, tartas, bizcochos… Y es que también es una buena opción para añadir un delicioso sabor afrutado a todo tipo de cócteles, batidos y jugos.

Recetas con chirimoyas maduras

Las chirimoyas son un tesoro de la naturaleza que enriquece los paladares de quienes prueban en distintas versiones.

Pudín de chirimoya

Pudín de chirimoya.

Ingredientes

  • 500 gramos de chirimoya madura
  • 200 mililitros de leche de vaca o vegetal
  • 50 gramos de coco rallado
  • 20 gramos de harina de avena o de almendra
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • Esencia de vainilla
  • Canela (opcional)

Preparación 

Precalentar el horno a 180 grados. Colocar la pulpa de la chirimoya en el vaso de la batidora, añadir los huevos, el coco, la harina, el polvo de hornear, la canela y la leche. Triturar todos los ingredientes hasta obtener una crema fina. Repartir en los moldes y llevar al horno a baño maria. Hornear durante aproximadamente 50 minutos. Decorar con coco rallado o canela a la hora de servir.

Mermelada de chirimoya

Mermelada de chirimoya.

Ingredientes

  • 2 chirimoyas maduras
  • Zumo de medio limón
  • 1 pizca de anís

Preparación

Extraer la pulpa de las chirimoyas maduras. Añadir en una cacerola la pulpa, el limón, el anís. Remover a fuego medio durante 35 minutos con una cuchara de madera. Retirar del fuego y dejar que se enfríe. Por último, echar la mezcla en un recipiente de cristal previamente esterilizado.

Bizcocho de chirimoya

Bizcocho de chirimoya.

Ingredientes

  • 200 gramos de pulpa de chirimoya
  • 170 gramos de queso crema
  • 60 gramos de mantequilla sin sal
  • 300 gramos de azúcar o endulzante
  • 3 huevos
  • 200 gramos de harina de trigo, de avena o de almendra
  • Polvo de hornear
  • 1 pizca de sal

Preparación

Precalentar el horno a 180 grados. En un recipiente, mezclar la pulpa, el queso crema, la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, los huevos y la sal. A continuación, tamizar la harina y el polvo de hornear e integrar todo la mezcla. Verter la masa en el molde y hornear durante 45 minutos. Para asegurarse de que quede cocido el bizcocho: pinchar con un palillo y debe de salir limpio. Retirar del horno y dejar enfriar dentro del molde. Por último, desmoldar y una vez frío ya se puede servir. ¡A disfrutar!