Una carta llena de cosas muy ricas. Rabas de kalamar, puntillitas, piparras, kazón en adobo, tortillitas de kamarón, kallos kon morros, kokinas, revuelto de bakalao,...
Una larga lista que sale de una cocina en Vitoria donde la fusión entre las gastronomías vasca y andaluza está tan presente que es su auténtica seña de identidad. Igual que la letra 'K'.
Un pequeño restaurante del Casco Viejo que lleva años con el comedor lleno y que ha sorprendido a más de uno por uno de sus platos que hay en la carta.
Es muy conocido en Vitoria por ser un lugar perfecto para ir a comer o a cenar de picoteo con los amigos o en familia, aunque también hay menús, con un comedor interior muy especial.
Hace unas semanas, una cuadrilla de Vitoria se llevó una auténtica sorpresa en este local.
Y es que sin esperarlo, tuvieron la oportunidad de probar "uno de los mejores huevos rotos".
Se saltó el plan y acertó
Aunque la idea inicial era, aconsejados por gente que había estado más veces, "pedir un pikoteo con comida más típica andaluza" como las famosas puntillitas, la ensaladilla rusa, las bravas, las coquinas,...
Pero uno de los comensales del grupo decidió saltarse el plan inicial y apostar por los huevos rotos con jamón y hongos que había en la carta.
Y acertó, claro que acertó. Porque en su opinión, aunque era "uno de los platos que puede parecer de los más sencillos o humildes" que había para elegir, se comió "uno de los mejores que había probado en su vida". Y asegura que "estaría encantado de volver".
En la calle Correría, en pleno Casco Viejo de Vitoria, el Tabanko lleva años al pie del cañón, sirviendo una carta, menús y pintxos con una interesante unión (y muy valorada por los clientes) entre productos andaluces y platos de comida tradicional vasca que no deja de sorprender ni un fin de semana.