La gelatina es, a día de hoy, un producto de uso muy extendido en la cocina. De textura suave y rico sabor, es ideal para elaborar muchos postres. Además, puede combinarse con muchos ingredientes como frutas y dulces y solidificarla para degustarla. Asimismo, se utiliza en otros sectores como la cosmética y la medicina gracias a sus propiedades.

Normalmente, la gelatina es un complemento dulce, pero al mismo tiempo ligero y muy refrescante. Por es emotivo, no es de extrañar que sea en verano la época cuando más se consume.

Una gelatina de frutas Pixabay

Ingredientes

Si queremos aprender a hacer una gelatina casera de chocolate, no tenemos por qué complicarnos mucho. Basta con elegir unos cuantos ingredientes fáciles de manipular y prepararlos siguiendo unos rápidos pasos. Para cuatro personas, necesitaremos lo siguiente:

  • 4 hojas de gelatina
  • 300 g de leche
  • 30 g de cacao en polvo
  • 45 g de azúcar
  • Opcional: frambuesas, almendras, galletas, nata...

Trozos de chocolate negro, perfectos para preparar la gelatina Sergejs Rahunoks

Elaboración

Los principales utensilios que necesitaremos para la gelatina casera de chocolate serán cuatro moldes de silicona o cuatro vasitos de postre de 100 ml.

Primero, pondremos 4 hojas de gelatina en un cuenco cubiertas con agua fría durante 10 minutos como poco. Después, verteremos 300 g de leche en un cazo junto a 30 g de cacao en polvo y 45 g de azúcar, y los removeremos ben con las varillas.

Más tarde, calentaremos la mezcla a fuego medio-alto, removiendo con varillas para evitar grumos en el fondo del cazo. Cuando llegue al punto de ebullición, al de 10 minutos, retiraremos el cazo del fuego y agregamos la gelatina escurrida, batiendo bien para que quede integrada.

Luego, repartiremos la mezcla en los cuatro moldes de silicona, colocando la misma cantidad en cada cavidad. Si lo preferimos, también podemos usar vasitos de postre.

A continuación, dejaremos enfriar la gelatina a temperatura ambiente. Cuando esté fría, reservaremos los moldes en la nevera durante 3 horas mínimo, hasta que la mezcla esté cuajada.

Una vez haya cuajado la gelatina, giraremos los moldes sobre los platos y serviremos. Podemos dejar la gelatina tal cual o decorarla al gusto.

Grandes Beneficios

Entre los principales beneficios que aporta a la salud el consumo frecuente gelatina destacan:

Dieta saludable: La gelatina es básicamente pura proteína, ya que el colágeno con la que se elabora contiene muchos aminoácidos. Debido a ello, su aporte calórico es casi nulo. Sin contar el azúcar y los saborizantes, por cada cinco gramos aporta solo 17 calorías.

La piel: Su consumo constante mejora la elasticidad de la piel, porque aporta alrededor de 30% de colágeno, proteína vital para su tono y firmeza, y fortalece sus tejidos conectivos.

Salud ósea: Es una fuente de calcio, magnesio, fósforo, silicio y otros minerales que ayudan a reconstruir y fortalecer el sistema óseo.

Digestión: Posee un aminoácido llamado glicina que estimula el ácido en el estómago necesario para la digestión y asimilación de nutrientes. También aumenta el aprovechamiento de las proteínas.

Fortalece las articulaciones: Reduce la inflamación, sobre todo por su facultad para regenerar el cartílago de las articulaciones.

Una dieta saludable debe ser variada y equilibrada. Freepik

Historia de la gelatina

A lo largo del siglo XX, las principales economías fueron experimentando y perfeccionando las técnicas de procesamiento de la gelatina y sus excepcionales propiedades gelificantes. Como resultado, empezaron a producirse de gominolas, así como pastillas y ositos de goma, siendo un éxito de ventas.

Las aplicaciones cosméticas, farmacéuticas y de suplementos también se dispararon con la llegada de la gelatina a los sectores médico y cosmético. Así, comenzaron a comercializarse comprimidos de gelatina, cápsulas de gelatina, bálsamos de gelatina y emulsiones de gelatina.

Ositos de gelatina, resultado de la experimentación con este producto Pixabay

La empresa farmacéutica estadounidense Eli Lilly, que llevaba desde finales del siglo XIX usando gelatina para la fabricación de algunas de sus cápsulas, inauguró la primera línea de producción automatizada de cápsulas de gelatina duras en 1913.

Para 1930, las cápsulas de gelatina blanda ya se producían masivamente usando máquinas de llenado blando y otras innovaciones, como las tabletas recubiertas de gelatina.