Instagram y otras redes sociales se han llenado de espectaculares fotografías de unos enormes rollos de hojaldre coronados con curiosos toppings que indican qué relleno lleva. Son los New York Rolls y se han convertido en lo más de los más de la repostería. Frente a las panaderías y pastelerias en las que los hornean se hace cola para comprarlos y son varios los locales que la limitan a uno o dos por persona. Quien consigue uno de estos dulces no duda en hacerse la foto para subirla a sus redes sociales.

Pero, ¿qué son estos pasteles altamente calóricos que han enganchado por igual al foodies de la repostería y a adictos al posturéo más de moda?

Su nombre original es croissants supremes y son una invención de la neoyorquina panadería Lafayette Café & Bakery, que los puso a la venta por primera vez en marzo de 2022. Atraídos por la repentina y creciente fama de este bollo, numerosos pasteleros, reposteros y cocineros de todo el mundo lo conocieron y no han dudado en incorporarlo a sus obradores en, por ejemplo, Londres, París, Sydney, Madrid o Vigo. Y todos coincidieron en rebautizarlo como New York Roll.

Uno de los originales croissant supreme del Lafayette de Manhattan, origen de los New York Roll. Lafayette380/Instagram

Este novedoso pastel es un rollo de masa de hojaldre para croissant que se enrolla y corta de forma distinta para darle su aspecto circular. Pero al morderlo no hay duda de que se trata de un croissant, quizá un poco más denso, pero croissant al fin y al cabo. Una vez horneado se le practican unos cortes laterales para rellenarlo de crema, a cada cual más original y creativa. La presentación termina con un topping, una cobertura en su parte superior. Aunque predomina lo dulce, al igual que con el pastel de los cuernecillos, también se le puede introducir un relleno salado.

Entre los clientes del New Yorl Roll original en Manhattan , el que todavía se llama croissant supreme, triunfa el de chocolate y pistacho, pero no se queda atrás el de fresa y el de melocotón. En otros locales el éxito se lo lleva el de chantilly francés o los más locos de Australia con su relleno de ganache de earl grey tea y caramelo salado. En Madrid se puede encontrar este croissant relleno de maracuyá con ganache de chocolate blanco y nueces pecanas o de tiramisú de ron café y chocolate con avellanas.

Ante el éxito del producto, la novedad todavía manda, y lo laborioso que resulta hacer la masa de hojaldre y sacar al mostrador el New Yorl Roll final, en algunos obradores necesitan hasta tres días, han optado por limitar las compras a uno o dos por persona para llegar al mayor número posible de clientes. Aunque parece una medida extrema, la verdad es que dado el tamaño que tienen y su contundencia, cada bollo puede compartirse con tranquilidad por dos personas.

Además, para la inevitable foto en Instagram basta y sobra con uno.