La pinsa romana, un antecedente directo de la pizza, se está poniendo de moda y ya ha llegado a Vitoria.
Por un lado, la diferencia con la popular pizza está en la forma ya que no es circular, sino más bien ovalada.
Pero es en la masa donde reside el secreto. En comparación con la masa de la pizza clásica, la pinsa se elabora con una mezcla de harinas que incluye soja, trigo y arroz, con aceite de oliva. Sin olvidar que requiere de una cantidad diferente de agua y un menor porcentaje de levadura.
Y una tercera e importante diferencia es que la masa tiene que reposar al menos 24 horas.
Con todo esto, lo que se consigue es una corteza mucho más crujiente y una miga más esponjosa que se desmarca totalmente de la masa utilizada en las pizzas tradicionales.
Se trata de una elaboración crujiente y jugosa que nació en el año 2001 en Roma.
Pero al igual que la pizza, una vez tenemos la masa que es la base, no hay límites a la hora de poner encima ingredientes, desde tomate hasta calabacines y setas, al gusto de cada uno.
Este nuevo concepto de pizza ha llegado a Vitoria, y ya pueden adquirirse las bases, por ejemplo, en la frutería Verde Limón de la calle Donostia de la capital alavesa.