Freír es una de las técnicas culinarias más habituales a la hora de preparar la comida. Dominarla tiene su arte, pero el principal problema al que se enfrentan los cocineros es evitar los salpicones que se producen durante el cocinado.
Muchos principiantes se asustan con facilidad a la hora de poner el alimento en el aceite por la cantidad de microsalpicaduras que se pueden producir. Y lanzar el ingrediente desde lejos no es una opción para alejar el peligro, puede ser peor.
Además, estos salto de aceite puede comenzar incluso cuando solo se ha puesto a calentar la grasa. ¿Por qué? La razón no es otra que el que haya en el aceite humedad, agua, bien porque la sartén esté mal sacada o bien porque en el aceite haya caído algo de agua
Por otra parte, aunque esta parte la tengamos superada, puede que el producto que friamos contenga un exceso de agua, y eso hará que salte en exceso en el momento de incorporemos.
El agua hierve a 100 grados, mientras que el aceite alcanza una temperatura más alta, por lo que las gotas de humedad que contenga se convertirán en vapor enseguida estallando violentamente haciendo que salte el aceite. En cuanto el agua desaparece, todo vuelve a la tranquilidad.
Para que nada de esto pase se trata de eliminar la humedad que pudiera haber en el aceite. Para ello, la mejor manera de hacerlo es con harina, uno de los mejores elementos para absorber la humedad.
Basta con mezclar en la sartén el aceite para freír con una pizca de harina. Solo hay que añadirla cuando el aceite empiece a calentarse y remover bien para que la harina se integre con el aceite. Una vez el aceite alcance la temperatura deseada, ya puedes introducir en ella los alimentos que quieras freír y no habrá riesgo de salpicadura.
Otras medias que se pueden tomar
Este truco de la harina no es lo único que se puede hacer para evitar pringar la cocina con aceite. Puedes tomar nota también de estos otros consejos: .
- A falta de harina una buena opción es poner algo de sal. Es un buen deshumidificador, pero ojo con las cantidades, no vaya a quedar demasiado salado la fritura.
- Es conveniente secar bien los alimentos. Es inevitable que tengan algo de agua, pero pasarlos por papel de cocina o por un trapo que no deje pelusas es una buena medida.
- Antes de usar la sartén, volver a secarla muy bien con un trapo o papel de cocina. Por si acaso.
- Olvidarse de la tapadera para evitar salpicones. Es contraproducente. El vapor se condensa en la tapa y se forman gotas que vuelven a la sartén y al aceite reiniciándose el ciclo. Esto es especialmente complicado cuando se levanta la tapa y la inclinaicón hace que las gotas caigan casi a chorro.