La Navidad se enmarca como una fiesta alegre, donde disfrutar con familia y amigos de comidas y momentos para el recuerdo. Sin embargo, esto puede cambiar drásticamente cuando el duelo por la pérdida de un ser querido está presente. Después de la pandemia en Vitoria se crea un acto donde los asistentes puedan narrar sus experiencias con el duelo y de esta manera apoyarse unos en otros.
Compartir el duelo
Este año bajo el lema Es Navidad y hay una silla vacía en colaboración con Fundación la Caixa, se celebra el jueves 11 en el Palacio Europa a las 19.00 horas. “Pensamos que cuando el duelo se puede compartir en un espacio comunitario es más reconfortante, o se recoge de otra manera”, asegura Patxi del Campo, coordinador del evento.
A lo largo de los años la participación en el evento ha ido aumentando, de 80 asistentes la primera vez a 120-130 el año pasado. La gran diferencia este año es que no se centrará sólo en que cada uno exprese sus vivencias y las comparta, también será el estreno del documental ‘Aitatxo’, de la mano de Beñat Abasolo Mugika y Mikel Serrato Gil. En este se refleja el duelo de unos padres tras la pérdida de sus hijos, una muestra de las emociones y sentimientos que afloran en esos momentos.
“Quieren mostrar a través de este documental que sentimientos los hay en todas las direcciones, que todas las personas tienen sentimientos y cómo nos manejamos con todos esos sentimientos”. El estreno será la acción principal del evento, que irá acompañada de la visión de los directores y posteriormente dará paso a una conversación más profunda sobre el duelo.
“Es un acto muy emotivo, pero a su vez al ser comunitario es la experiencias y la gente que han estado otros años; es muy reconfortante no sentirse en una soledad enorme”. Este evento se presenta como un espacio seguro donde aprender unos de otros y compartir los diferentes procesos del duelo. Así personas que se habían aislado por el dolor o que no eran capaces de mostrar sus sentimientos, se sinceran y muestran realmente sus emociones.
Honrar
“No creo que haya una receta para el duelo, creo que cada caso, cada vivencia, cada persona es un mundo”
También, aprenden a honrar a las personas que ya no están y a sobrellevar estas fechas tan señaladas con más tranquilidad. “Se vive demasiado en soledad, y yo creo que el duelo puede también tener un espacio en la comunidad”, asegura Patxi del Campo.
Muchas personas repiten año tras año y agradecen poder tener un espacio para compartir, sobre todo, para mostrarse unos a otros que no están solos. “No creo que haya una receta para el duelo, creo que cada caso, cada vivencia, cada persona es un mundo”.