Vitoria celebra El Pilar de la mano de la Casa de AragónPilar Barco
33Joseba, Nahikari, Sarai, Elaia, Naiara, Aritz, Alazne, Maider y Uxue ultiman los preparativos de los talleres infantiles, mientras los productores montan los puestos de artesanía en la calle Panamá. Pañuelo azul al cuello, con la inscripción de Gure Auzune, la asociación de vecinos, este grupo de jóvenes colabora en la organización de las fiestas del barrio de El Pilar, que hoy se despiden.
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Tatuajes y trenzas
El grupo de chavales coloca los cubos de agua en el suelo para el taller de pompas gigantes y esparce sobre las mesas las pegatinas para los tatuajes y las lanas para las trenzas de pelo, a la espera de que lleguen los primeros niños y niñas.
Fiestas del barrio de El Pilar, en Vitoria.
Taller de pompas gigantes en las fiestas de El Pilar.
El sábado tuvieron una jornada de disfrute que hoy comentan.
“La verbena con Koxkor estuvo muy bien, aunque no había mucha gente, bueno, de nuestra edad, mayores sí que había. Y la comida popular, estábamos nosotros y mucha otra gente, hasta las 3.00 horas estuvimos”, recuerdan.
No importa, hoy la jornada será más relajada y, además, mañana lunes no tienen clase; tiempo suficiente para dormir y descansar, que algo de sueño ya hay, aunque no quieren perderse la actuación de la tarde de dj Axier, en la plaza entre las calles Puerto Rico y calle Venezuela.
Taller infantil de tajuajes en las fiestas de El Pilar.
Un grupo de mayores conversa al solete del arenero del juego de la petanca. Se han despertado con las dianas, al igual que la cuadrilla que desayuna en un bar del entorno de la plaza Rigoberta Menchú.
Procesión, ofrenda y bailes
La festividad de El Pilar que se celebra este domingo 12 de octubre ha tenido también una cita que mezcla fe, folclore y tradición.
A las 11.00 de la mañana ha arrancado una procesión desde la Casa de Aragón, que tiene su sede temporal en El Reservado de la calle Libertad, con destino a la catedral de María Inmaculada. Allí se ha celebrado una ofrenda floral a la Virgen antes de la misa baturra amenizada con el grupo folclórico Baluarte Aragonés.
El grupo folclorico Baluarte Aragonés ha bailado frente a la Catedral Nueva
En la calle Panamá
“¿Bailaste mucho ayer? Pues no, y había gente; nos estamos haciendo mayores. ¿Tuuú? Pero si te levantas todos los días para las seis de la mañana para ir a andar.
Pues ya ves, ahora mismo me voy a ir andando hasta Abetxuko”, comenta una clienta al camarero del bar cercano a la feria, afanado en preparar las mesas reservadas para los almuerzos. “Hoy casi no tenemos pinchos, con las comidas...”.
Feria de artesanía en las fiestas de El Pilar.
Fuera del establecimiento, otra conversación festiva. “Pues, una vez, nosotras hicimos una cena popular y pusieron arroz con codillo”, comenta una vecina a otra en el puesto de embutidos de León, del que precisamente se lleva una pieza de codillo.
Talleres infantiles en las fiestas de El Pilar.
Entre la Sirenita y el pulpo
En el rincón infantil ya se ha reunido un grupito majo de chavales para iniciar los talleres de pompas de agua gigantes ante las que los más pequeños se quedan atónitos.
Iraia ya ha elegido una colorida pegatina de la Sirenita para hacerse un tatuaje. La pequeña Enara se queda con el del pulpo, mientras su ama les invita a elegir las lanas para las trencitas. Las hayen rojo, amarillo, naranja, verde chillón azul y gris. También tienen opción de pintarse las caras con colores y a ello van.
Hasta la traca final
Poco a poco, la feria de artesanía va ganando público que compra pan rústico o pan con chorizo y dulces para desayunar: donuts, magdalenas y todo tipo de tartas despiertan el apetito, de manzana, frambuesa, queso, chocolate y pastel vasco.
Fiestas de El Pilar.
Una quincena de puestos exhiben sus ricas viandas, ya sean de embutidos, queso, conservas del Cantábrico o embotados de la huerta navarra.
La txosna de Edu también está lista para tomar el vermú en la calle. Cuatro botellitas de txakoli y un agradable olorcillo a champis y carnes asadas esperan a los más madrugadores.
“Hay que aprovechar todo el día hasta el final, que mañana hay que currar”, es el brindis del vecindario de El Pilar, a punto de escuchar los primeros sones musicales que ambientan las calles del barrio otro 12 de octubre.