Nico Mannion visitará este viernes el Buesa Arena por primera vez con el Armani Milan tras su abrupta salida a finales de 2023. Y lo hará con la moral por las nubes tras haberse disfrazado este domingo de héroe en la victoria de Italia en Klaipeda ante Lituania en la segunda jornada de las ventanas FIBA de cara a la clasificación para el Mundial de 2027.
El base ítalo-estadounidense anotó la canasta de la victoria para su país a falta de siete segundos tras una penetración repleta de personalidad que estableció el definitivo 81-82. El postrero intento de Lituania no dio sus frutos e Italia consiguió una victoria vital para encauzar su clasificación tras el serio varapalo que se llevó días atrás tras caer en casa ante Islandia por 76-81.
Mannion se convirtió en un 'fichaje' de Luca Banchi de cara a este segundo duelo en Klaipeda tras liberar a Matteo Librizzi y Diego Garavaglia. Pues bien, la vuelta del exbaskonista a la selección transalpina resultó balsámica, ya que consiguió 15 puntos y 4 asistencias en casi 28 minutos de juego.
El director de juego nacido en Siena está firmando una temporada bastante discreta en el Armani con medias de 4,5 puntos y 2 asistencias en 12 minutos de juego, aunque su situación puede variar a partir de ahora tras la dimisión de Ettore Messina y la promoción de Peppe Poeta.
Un fichaje fallido
Cabe recordar que el fichaje de Nico Mannion resultó en su día una evidente decepción en el Baskonia. El italiano llegó a Vitoria con un importante contrato y la misión de hacer olvidar a Darius Thompson, pero desde el principio sus prestaciones dejaron mucho que desear a las órdenes de Joan Peñarroya y tuvo que ser Miller-McIntyre, que traía el cartel de segundo base, quien cargara en su espalda con todo el peso de la dirección de juego.
Sus pobres números tanto en ACB (2 puntos, 2 asistencias y 1,7 pérdidas para 0,3 créditos de valoración en 10 minutos de media con porcentajes por debajo del 15% de acierto) como en la Euroliga (6 puntos, 2,2 asistencias y 1,2 pérdidas en 14 minutos de media) hablaron por sí solos del raquítico rendimiento ofrecido por Mannion. De hecho, cada vez que saltaba a la cancha daba la sensación de estar lejos de su plenitud física -en ocasiones, llevaba una faja que resultaba llamativa para protegerle la cintura- y totalmente falto de confianza.
Tras abandonar el Baskonia, Mannion ofreció un notable rendimiento en el Varese de Luis Scola y en noviembre de 2024 fue tentado por un Armani que pagó 300.000 euros por sus servicios.