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Por unas Fiestas de la Blanca más seguras, inclusivas y libres

Son días para compartir, reír y vivir la ciudad de otra manera. Pero no todo vale: el respeto es la base para que todas las personas puedan disfrutar en libertad

Por unas Fiestas de la Blanca más seguras, inclusivas y libresDNA

Llevas un año esperando con ganas las fiestas de La Blanca. Son días para compartir, reír y vivir la ciudad de otra manera. Pero no todo vale: el respeto es la base para que todas las personas, sin importar su edad, origen, identidad u orientación, puedan disfrutar en libertad. 

Las fiestas están hechas para que todas las personas, sin importar su edad, identidad u origen, puedan disfrutarlas en libertad y con respeto. No hay lugar para actitudes racistas, machistas o LGTBIfóbicas en un ambiente que debe ser seguro y acogedor para todas.

Beber alcohol o consumir drogas no convierte a nadie en agresor, pero, sí ayuda a desinhibir conductas ya existentes. Ninguna sustancia justifica un comportamiento violento, humillante o machista. Tampoco valen excusas como “no era mi intención” o “es que se lo ha tomado a mal”. Sé consciente de tus límites y cuida también a quienes tienes cerca.

El silencio es cómplice de las injusticias. Si presencias comentarios machistas, racistas o LGTBIfóbicos, no te calles y apoya a quien pueda sentirse afectada. Evidenciar comportamientos discriminatorios es una manera de ayudar a erradicarlos. Si eres víctima, no te calles: busca ayuda o denuncia. 

Si presencias una situación de violencia o acoso, no lo ignores. Si hay peligro, llama al 112. Acompaña a la víctima, ofrécele ayuda. Evita emitir juicios o cuestionarla. Pregunta qué necesita y respeta siempre sus decisiones.

Si notas que alguien se encuentra en una situación delicada (desorientación, nerviosismo, miedo), pregúntale si necesita ayuda. A veces, solo quedarse cerca ya hace una gran diferencia.

Si notas síntomas extraños (mareo, confusión, habla pastosa) o un pinchazo, avisa de inmediato a tu entorno. Si le ocurre a alguien, no la dejes sola, evita que se lave o cambie de ropa y llama al 112. Conserva pruebas y pide atención médica.

Si alguien sufre una agresión, no difundas lo ocurrido sin su consentimiento. Evita el morbo y respeta su privacidad. Es decisión de la persona afectada cómo y cuándo contar lo que le ha pasado.

Evita caminar sola por zonas oscuras o poco transitadas. Comparte tu ubicación con alguien de confianza y acuerda puntos de encuentro. Si formas parte de una cuadrilla, cuida que nadie regrese sola.

Si te piden ayuda, frases como “¿seguro que fue así?” o “igual lo malinterpretaste” solo aumentan el daño. No minimices su vivencia. Escucha con empatía, valida lo que te cuentan y ofrece apoyo. No tomes decisiones por la otra persona. Acompaña, no dirijas.

Guztion jaiak, guztiontzat