El Ararteko recomienda a la Fundación Escuela de Artes y Oficios de Vitoria que elabore y apruebe un plan específico sobre el tratamiento del euskera en este centro. El Ararteko recibió una queja relativa a los requisitos lingüísticos exigidos en la contratación de personal de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria.

La queja señalaba que en las contrataciones de personal no se había exigido un nivel de euskera que permita el adecuado desarrollo de las funciones docentes, y que esa circunstancia impedía la oferta de talleres en esa lengua, a pesar de que una parte del alumnado es bilingüe y tendría interés en cursarlos en esa lengua.

También recordaba que la Fundación de la que depende la Escuela se encuentra integrada por diversas administraciones públicas y recibe fondos públicos para su organización y funcionamiento.

El Ararteko solicitó información a la Fundación, que respondió que, en la actualidad, la Escuela no cuenta con un plan lingüístico específico, pero que se ha previsto implantar diversas medidas para que el euskera conviva con normalidad en la Escuela.

La Escuela imparte enseñanza no reglada, diferente, por tanto, a las enseñanzas de régimen general y de régimen especial a las que, de entrada, se les aplican las prescripciones legales relativas al uso del euskera en la enseñanza.

Para el Ararteko, esa circunstancia no permite concluir, sin embargo, que la Escuela no tenga obligación alguna con respecto al tratamiento del euskera.

Además, como perceptora de subvenciones públicas, la Fundación está obligada a garantizar los derechos lingüísticos de la ciudadanía y el uso del euskera en la difusión de la actuación subvencionada.

También la normativa recoge la obligación de los poderes públicos de fomentar el uso del euskera en todos los ámbitos de la vida social.

Por todo ello, el Ararteko entiende que resultaría contradictorio que una entidad como la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, que desarrolla una reconocida y relevante labor en el ámbito cultural y cuya actividad se encuentra sostenida por fondos públicos, quedara al margen de las obligaciones que la normativa impone a los poderes públicos vascos con relación al tratamiento del euskera.

Por tanto, el Ararteko considera necesario que la Fundación apruebe un documento oficial que recoja el análisis de la situación actual, los objetivos a cumplir, las medidas que permitan alcanzar estos, con una planificación estructurada.