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Un 23,5% de los 115 jugadores alaveses en rehabilitación que en 2024 atendió Asajer tenía entre 15 y 35 años

Apuestas deportivas, tragaperras y ruleta son las adicciones principales de las personas que llaman a la puerta de su sede en General Álava. Un 24,7% de vascos reconoce haber tenido los primeros contactos con el juego antes de los 18 años

Un 23,5% de los 115 jugadores alaveses en rehabilitación que en 2024 atendió Asajer tenía entre 15 y 35 años

Cada vez se empieza a apostar a juegos de azar a una edad más temprana. Un ejemplo cercano es que el 23,5% de las 115 personas que atendió en 2024 Asajer(la asociación alavesa de jugadores en rehabilitación) tenía entre 15 y 35 años.

Si nos fijamos en la población entre los 15 y 30 años, destacan las apuestas deportivas. Le siguen las ruletas y las máquinas tragaperras y dentro de la población de 31 a 35 años, nos encontramos con las apuestas deportivas y tragaperras”, alertaron este miércoles Natalia Gallego y Ana Herrezuelo, trabajadora social y psicóloga, respectivamente, de esta asociación .

Por este motivo, junto con el Instituto Foral de Bienestar Foral de Álava, ha puesto en marcha una campaña sobre apuestas deportivas y jóvenes que incidirá en la zona rural.

Lo hará bajo el lema Las apuestas te atrapan, Tú decides. Está en tu juego “como un espacio para que puedan compartir experiencias y adquirir recursos”, a través de su teléfono 945 14 04 68 o correo electrónico (asajer@telefonica.net). 

En el Estado

A nivel estatal, el Estudio de Prevalencia de Juego 2022-2023, elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Consumo, también alerta de que el perfil del jugador cada vez es más joven.

En concreto, un 22% es menor de 25 años. Y son esas personas que tienen entre 18 y 25 años “los que más riesgo corren de padecer trastorno del juego”. 

En Euskadi

Y si nos fijamos en datos de la CAV (Comunidad Autónoma Vasca), un 24,7% de la población vasca reconoce haber tenido los primeros contactos antes de los 18 años, esto es, cuando está prohibido por ley.

"Juegan para ganar dinero, por curiosidad, entretenimiento, por búsqueda de sensaciones nuevas o por hacer algo diferente”, aclararon estas profesionales.

La mayoría empieza de forma presencial, pero cada vez es más habitual que combinen también con la modalidad online.

De hecho, el 36,5% de menores de 25 años ha apostado online en el último año. En Euskadi también se aprecia el auge de los juegos por internet entre chicos y chicas de 18 a 24 años y el póker online es el juego preferido.

Abunda el perfil masculino

Y si algo predomina es que su perfil es masculino.

Nosotros, a lo largo de los años, habremos visto el caso de dos chicas con problemas con las apuestas deportivas. Y en alguna ocasión, eran personas que trabajaban en el salón de juegos y así empezaron a probar y generaron una deuda”.

Las mujeres suelen jugar más al bingo, “que suele estar muy presente en las familias o grupos de amigos o en niñas a las que se lo regalan y en fiestas de los pueblos. Por eso, estamos apostando por trabajar la perspectiva de género e incluso darles un espacio, para que cada uno, en función de su género, pueda hablar de lo que le pasa”. 

Si bien, lo habitual es que los primeros contactos con el juego se hagan tras ser alentados por otras personas: “puede ser por una amiga o que entren en cuadrilla al salón de juegos o por la familia, por esa normalidad de la sociedad, de vamos a apostar por este equipo”.

Y el hecho de que el teléfono móvil sea un medio para acceder al juego más a mano, tampoco ayuda, porque “la tecnología hace que la gente joven sea un colectivo de riesgo frente al juego”.

Con estudios

En las apuestas deportivas, predomina el perfil de gente joven con estudios, que se mueven mucho en el ámbito deportivo, “ya sea porque lo practican o porque entrenan a chavales” y tienen también formación en cuanto a matemáticas, informática... 

“En general, los chavales, cuando empiezan, desconocen los riesgos que puede suponer el juego”, matiza Gallego.

De ahí que para Asajer lo más importante es que no se normalice, “porque el juego también puede ir acompañado de sustancias: apuestas y consumo de cannabis son conductas que están muy normalizadas”.

Las familias se dan cuenta de que hay un problema cuando “ese hijo maravilloso, que puede ser de 10, de repente, les ha robado”.

Estafas

Y es cuando intentan ponerle remedio a la adicción de estos chavales “acostumbrados a conseguir lo quieren. Si se quedan con dinero en las apuestas, van a casa a pedirlo para poder salir”.

A veces, cuando están sin blanca, también se adentran a hacer estafas, un delito que les puede llevar a la cárcel.

“Se tendría que hablar más del juego en las familias, de la misma manera que se habla de sexualidad y alcohol. Entre los jóvenes, dicen que el juego está peor visto que los consumos, como fumar porros”, aconsejan desde Asajer.

Estigma

No en vano, estamos ante un problema que genera “mucha vergüenza”, tanto entre jugadores como en familias.

“Yo siempre digo que es un trastorno y que se trata de buscar una solución. Y si ya nos situamos en un plano laboral, no se comunica nada del tema, aunque ha habido algún jefe que ha traído a su empleado a la asociación. Estas personas suelen ser muy trabajadoras”, apuntó Herrezuelo.

En cuanto a si hay diferencias en la zona rural entre las personas jóvenes con estas adicciones, “aunque la oferta presencial suelen estar más limitada, desde 4º de ESO ya se observa que empiezan. Su tendencia es jugar en la capital. Los de Rioja Alavesa, van a Logroño. Los de Aiaraldea, a Bilbao y el resto, a Vitoria porque siempre se intenta ocultar. En los pueblos, sobresale, el peso del póker”, detallaron.