Es una realidad que adolescentes y jóvenes pasan mucho de su tiempo de ocio entre videojuegos y juegos de azar, pese a algunas prohibiciones para los menores de edad. No es nuevo. Es una realidad desde que irrumpieron las nuevas tecnologías. “Quizá ahora tenemos más conciencia”, considera Idoia Axpe, psicóloga de la asociación Asajer, con la que DNA conversó ayer de los riesgos cuando el entretenimiento se convierte en problema y adicción. Videojuegos hay mil, pero las apuestas deportivas son el juego de azar preferido por adolescentes y jóvenes, ya sean de fútbol, tenis o baloncesto, apunta Axpe.

“No se trata de prohibir sino de aprender a convivir con los que tenemos intentando que no nos genere problemas. Quien quiere jugar, buscará la manera de hacerlo”, opina. De hecho, a la mayoría de las personas, el juego no les afecta a su conducta. Por eso, “se trata de reconocer aquellos casos en los que sí afecta”, insiste.

“Hay un punto de conexión que tenemos que tener en cuenta, según las recientes investigaciones: dificultades con videojuegos, unido a cajas de botín, podrían acercar al juego de apuestas”

Idoia Axpe - Psicóloga de Asajer, asociación alavesa de jugadores en rehabilitación

Entonces, ¿en qué momento debe saltar la alarma? Responde Axpe que cuando la persona tiene dificultades para controlar su conducta. “Si encima hablamos de menores, la cosa es más seria, tenemos que hacer algo. Sabemos que hay menores que no controlan su conducta con los videojuegos, que están entrando en el ámbito de las cajas de botín y que eso les puede acercar a los juegos de apuestas. Sabemos que los menores se han acercado a los juegos de azar y a las apuestas y sabemos que hay un porcentaje de personas adultas con problemas con el juego que se iniciaron cuando eran menores”, reflexiona.

La asociación alavesa de jugadores en rehabilitación abrió ayer las puertas de Fundación Vital, en Dendaraba, a una jornada sobre la delgada línea que separa videojuegos de juegos de azar cuando, nunca mejor dicho, entra en juego el dinero, los micropagos mediante las denominadas cajas de botín o loot boxes.

Es decir, cuando el jugador obtiene ventaja en su partida de videojuego a cambio de un pago. Aprovechó Asajer para presentar la guía para adolescentes y jóvenes sobre juegos de azar y videojuegos publicado por la asociación, tanto online (www.asajer.org) como en papel.

El objetivo: “acercarnos a las personas jóvenes y adolescentes para que tengan una información clara y veraz que puedan entender”, indica Axpe. Se trata de una publicación sencilla, pero lo suficientemente clara para que los menores puedan ejercer un pensamiento crítico a la hora de relacionarse con el ocio digital.

Datos

  • Juegos de azar y apuestas. El 24,7% de la población vasca reconoce haber tenido sus primeros contactos con el juego de azar antes de los 18 años. Los jóvenes de 18 a 24 años juegan más a juegos online, sobre todo al póquer. También practican cartas, salas de apuestas, casino y lotería instantánea. Son los que más tiempo dedican al juego de azar, de una a tres horas a la semana. La presencia de problemáticas relacionadas con el juego aumenta paulatinamente, según disminuye la edad. De 18 a 24 años (4,5%) frente a 0,9% en mayores de 65 años, según el Observatorio vasco del juego (2020).


  • Videojuegos. Según el informe de Unicef sobre el impacto de la tecnología en la adolescencia, seis de cada diez adolescentes usan videojuegos como principal canal de ocio y entretenimiento. El 21,9% cree que puede ser gamer profesional. Además, cuatro de cada diez ha hecho amigos y casi seis de cada diez ha conocido gente nueva a través de los videojuegos online. Los adolescentes juegan como media 6,6 horas a la semana y hay un 30% que juega más de 30 horas a la semana. El 58,7% son jugadores habituales y el 26,5% juegan todos o casi todos los días. Además, el 28,9% tiene discusiones en casa por el uso de la tecnología por lo menos una vez a la semana. No tanto por el contenido como por el tiempo que pasa.