Un juzgado de Vitoria ha reconocido que un electricista que trabajó para una subcontrata del Ayuntamiento de Vitoria murió en febrero de 2019 a consecuencia de un mesotelioma debido a su contacto con instalaciones en las que había amianto.
La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, Asviame, ha dado a conocer la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 2 de Vitoria en la que se señala que el mesotelioma provocado por el amianto derivó en una "enfermedad profesional" que finalmente acabó con la vida de Iñigo Perea, y reparte las responsabilidades económicas entre el Instituto Nacional de la Seguridad Social y la mutua Asepeyo.
El fallecido trabajó en la empresa SIS Electricidad, subcontratada por Giroa, desde 1999 hasta 2017 reparando calderas en instalaciones municipales de Vitoria como polideportivos o la pista de hielo.
Aunque tanto Osalan como la Inspección de Trabajo aseguraron que no era posible acreditar la exposición al amianto de este trabajador, los testimonios de compañeros del fallecido han sido determinantes para este fallo judicial ya que garantizaron que trabajaron con amianto en espacios muy reducidos, sin ventilación, y que entonces desconocían su riesgo.
El juzgado absuelve al Ayuntamiento de Vitoria y a la empresa Giroa y deja sin efecto las resoluciones del INSS que consideraron que el trabajador sufrió una "enfermedad común".