La Síndica de Vitoria, Leire Zugazua, ha presentado hoy el informe de 2024 sobre los asuntos abordados en la oficina de la defensora vecinal.

Entre las conclusiones más destacadas, cuenta Zugazua que el Casco Viejo vuelve a ser el barrio que más quejas presenta, seguido del Ensanche, ambos suelen alternarse en el primer puesto del ranking.

En tercer lugar se sitúa Zabalgana y en cuarto, San Martín. 

La falta de Internet en el barrio, la falta de una vivienda-puente cuando un vecino tiene que desalojar su casa por obras de rehabilitación y los escasos avances en la ejecución del actual plan de reforma del barrio (PERI) cuando ya se ha elaborado uno nuevo son cuestiones que preocupan en el Casco Viejo.

Impuestos y vivienda

Los tributos, es decir, el pago de impuestos, preocupa, en general, a toda la ciudadanía gasteiztarra y es causa habitual de quejas.

Zugazua también destaca el problema de la vivienda y las trabas para acceder al padrón social como dos de los mayores problemáticas de Vitoria.

Policía Local de Vitoria.

Los asuntos tratados en la oficina de la Síndica descendieron el pasado año el 25%.

No obstante, la Síndica lo achaca también a que 2023 fue un ejercicio que aglutinó un fuerte incremento de denuncias ante la defensoría vecinal.

Sobre los temas que generan polémica y malestar en la ciudadana están, por un lado, los clásicos: expedientes que pasan los años y siguen sin solución por falta de respuesta o manera de proceder del Ayuntamiento. 

"Batalla perdida"

En este apartado se sitúan las multas de tráfico de la Policía Local con las que el Ayuntamiento no tiene en cuenta las alegaciones de la persona denunciada.

Tampoco el mal proceder de los policías al no notificar la sanción en el momento como señala la ley. “Creo que es una batalla perdida, pero la seguiremos peleando”, lamenta Zugazua.

Terraza de un bar en Vitoria.

Igualmente son foco habitual de queja las molestias por ruidos y ocupación del espacio público por las terrazas de los bares; el ruido del ocio nocturno, los problemas derivados del padrón, etc.

Basuras e IBI

Sin embargo, surgen también nuevos casos, como las quejas por el fuerte aumento del recibo de la basura en locales sin actividad, por el recargo del 50% del impuesto de bienes inmuebles IBI a pisos vacíos.

Y otras que hacen referencia a cuotas de abono de una actividad que el Ayuntamiento no devuelve, pese a que la persona tiene causa justificada para no poder acudir, la cita previa para presentar denuncias ante la Policía Local, algún desacuerdo sobre las valoraciones hechas en los servicios sociales. 

“El ciudadano viene cuando ya ha perdido la paciencia, después de esperar y esperar tiempo y tiempo sin que se solucione su problema”, sostiene Zugazua.

En este sentido, da un tirón de orejas al Ayuntamiento por la tardanza en tramitar determinados asuntos; una demora que hace que la Síndica todavía tenga entre manos expedientes abiertos en 2022.

Calle Santo Domingo, en el Casco Viejo de Vitoria.

Desconfianza

En otras ocasiones, la ciudadanía acude a la oficina con el único objetivo de buscar en la Síndica una opinión imparcial para saber si el Ayuntamiento ha actuado bien en determinado asunto o no.

En este sentido, Zugazua ve cierta desconfianza, tanto del ciudadano hacia el Ayuntamiento, como viceversa, desconfianza en el Ayuntamiento ante una reclamación ciudadana. 

La defensora vecinal detecta cierta desconfianza de los ciudadanos hacia el Ayuntamiento, razón por la que acuden a pedir su opinión

Asimismo, apunta que muchas veces, ante un problema, la gente se da por satisfecha únicamente con ser escuchada, al margen de cómo acaba resolviéndose su caso.

Hacienda y Seguridad

Por departamentos municipales, los que más quejas ciudadanas reciben son Hacienda (pago de tributos), Seguridad (multas de tráfico), Urbanismo (asuntos de vivienda y de planeamiento urbanísticos, sobre todo en el Casco Viejo) y Espacio Público.

Zugazua critica duramente a la Policía Local por no hacer caso a las alegaciones a las multas ni notificar las sanciones al momento

Recta final

De cara al futuro, Leire Zugazua piensa ya en la recta final de su mandato como Síndica de Vitoria, que acabará en diciembre de 2027.

“Mi intención es dejar una oficina moderna, con nueva imagen, consolidada y reconocida tanto por la ciudadanía como por el Ayuntamiento”, señala.

De ahí que el tiempo que le resta lo quiera dedicar a “resolver, resolver y resolver asuntos”, con el fin de dejar a su sucesor una defensoría vecinal que sea referente en derechos de la ciudadanía.