Los órganos judiciales vascos registraron 3.731 demandas de disolución matrimonial durante 2024, según los datos del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial. Esta cifra representa un incremento del 7% en comparación con el año anterior, reflejando una tendencia al alza en los procesos de divorcio, separación y nulidad en la Comunidad Autónoma Vasca.

Este aumento evidencia cómo las dinámicas familiares están experimentando cambios significativos, lo que también ha llevado a un mayor interés en programas y recursos destinados a mitigar el impacto emocional en los menores. Desde el Servicio Municipal de Infancia y Familia, se lleva trabajando desde 2019 con el programa Egokitzen, centrado en la Coparentalidad Positiva en situaciones de separación y divorcio conflictivos.

Este programa está dirigido especialmente a familias que llevan tiempo separadas y donde se detecta que niños, niñas y adolescentes están expuestos a una situación de desprotección leve o moderada debido al daño emocional producido por estos procesos. Recientemente, se ha lanzado un nuevo taller titulado Primeros pasos para afrontar bien la separación y/o divorcio con hijos/as pequeños, que comenzará el próximo 5 de mayo.

Este taller tiene un carácter más preventivo, con el objetivo de minimizar el impacto emocional en los miembros de la familia y evitar la posible instrumentalización de los progenitores hacia sus hijos/as. La iniciativa busca orientar a las familias en los primeros pasos del proceso de separación o divorcio, promoviendo una coparentalidad saludable y protectora, según explican a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Mónica Hierro, jefa de la Unidad de Apoyo y Preservación Familiar del Servicio de Infancia y Familia, del Ayuntamiento de Vitoria y Karmele Valle, gestora del programa Egokitzen del Servicio de Infancia y Familia del Ayuntamiento de Vitoria.

“Este taller quiere ayudar a esos progenitores, que han tomado la decisión de separarse o que han comenzado el proceso, a afrontar esos primeros momentos de dudas, desorientación, angustia,… poniendo el foco en el bienestar de sus hijos e hijas de cara a todas las decisiones, que tienen que ir tomando. También se organizan charlas de sensibilización (2 al año) en centros cívicos con el fin de sensibilizar acerca del sufrimiento de los niños y niñas durante y derivados del proceso de separación/divorcio de sus progenitores, especialmente si es conflictivo y se explica y aborda el concepto de coparentalidad, así como una aproximación al programa municipal Egokitzen”, explican ambas.

En números

En 2024, los órganos judiciales vascos registraron un total de 3.731 demandas de disolución matrimonial, lo que supone un incremento del 7% respecto al año anterior. Este aumento refleja una tendencia al alza en los procesos de divorcio, separación y nulidad en la región. Además, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 las custodias compartidas representaron el 49,5% del total, un crecimiento constante en los últimos años impulsado por la aplicación de la Ley 15/2005, cambios en la jurisprudencia y una mayor implicación paterna.

Diversos estudios indican que la custodia compartida puede ofrecer beneficios psicológicos y emocionales a los hijos e hijas, ya que favorece una relación estable con ambos progenitores, según explican las profesionales en esta información. “Sin embargo, su éxito depende en gran medida de una buena comunicación y cooperación entre los padres”, añaden. Cuando no existe una coparentalidad efectiva o el ejercicio compartido de la responsabilidad parental se ve afectado por conflictos interparentales, el bienestar emocional de los menores puede verse gravemente perjudicado.

“El panorama matrimonial en España cada vez está peor y el gran problema es que se sigue idealizando el matrimonio y se construyen relaciones de pareja con problemas estructurales que se tienden a sobrecargar con vínculos como hijos, hipotecas, préstamos, etc.”. No en vano, “la separación y/o el divorcio son situaciones muy complejas que afectan a toda la familia (progenitores, hijos e hijas, abuelos y abuelas y otros miembros de la familia extensa )”, detallan.

Por eso, “todos los miembros de la familia han de adaptarse a la nueva situación. Sin embargo, lo más perjudicial para los hijos e hijas no es tanto la separación o el divorcio en sí, sino los conflictos entre los progenitores. Nosotros a través de este taller y el propio programa buscamos minimizar los conflictos interparentales y la posible instrumentalización, buscando el interés superior del/ la menor y apostar, en lo posible, por la coparentalidad, donde ambos progenitores o cuidadores colaboren y se coordinen en la toma de decisiones y el cuidado de las y los hijos”.

La tasa de divorcios refleja tanto cambios sociales como económicos, aunque los factores sociales suelen tener un impacto más directo y visible. “Los cambios sociales, como la evolución de las expectativas sobre el matrimonio y la vida familiar, la mayor libertad individual y la mayor autonomía de las mujeres, pueden contribuir al aumento de las tasas de divorcio. Los cambios económicos, como las dificultades financieras, la desigualdad de ingresos y la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, también pueden influir en las tasas de divorcio, aunque de manera más indirecta”, añaden.

El taller

Este es un taller de 4 sesiones de duración. En la primera sesión, el tema a trabajar es el divorcio como transición, donde se abordan conceptos importantes asociados al proceso de separación y divorcio, tipos de disolución y proceso del divorcio, mediación y su papel en el divorcio, el interés superior del/la menor, incluyendo el cómo trasladar la noticia a los y las menores,.. En la segunda sesión, se aborda el impacto emocional del divorcio en los hijos/as, en los progenitores y las necesidades de los hijos/as en el proceso de transición. En la tercera sesión, la temática a abordar es la protección de los hijos/as, desde la gestión de las emociones y el refuerzo de la red de apoyo social, formal e informal. Y en la cuarta sesión, la temática es la relación entre padres/madres e hijos/as, donde se abordan los ciclos positivos y negativos de la relación y las bases para una adecuada comunicación.