El divorcio es una situación de crisis vital para toda la familia y que impacta de una manera muy significativa de múltiples formas. Empezando a nivel familiar, el divorcio afecta a la estructura familiar (incluyendo los cambios de vivienda, los tipos de custodia,…), la dinámica familiar (el cambio de rutinas,…), las relaciones entre padres e hijos/hijas (diversidad de estilos educativos) y con la familia extensa. Sin olvidar el impacto a nivel económico de estas unidades familiares, que implican cambios en los ingresos, gastos y patrimonio.

“Inevitablemente, la separación suele implicar un ajuste económico para ambas partes. Alguno de los miembros de la pareja debe buscar nuevo domicilio, de alquiler o compra, lo que implica dificultades teniendo en cuenta la situación actual tan complicada de la vivienda en nuestra ciudad. Por esta razón, en ocasiones los padres y madres se ven obligados a volver al domicilio de sus propios padres, los abuelos y abuelas.

En el programa Egokitzen también realizamos talleres con los abuelos y abuelas, que han de adaptarse a esta nueva situación”, explican Mónica Hierro, jefa de la Unidad de Apoyo y Preservación Familiar del Servicio de Infancia y Familia, del Ayuntamiento de Vitoria y Karmele Valle, gestora del programa Egokitzen del Servicio de Infancia y Familia del Ayuntamiento de Vitoria. “Sin olvidarnos del impacto a nivel psicológico que esta situación genera tanto en adultos como menores, sobre todo provocado por esa dificultad para la gestión emocional de sentimientos como ira, rabia, tristeza, soledad, pérdida, culpa,… pudiendo afectar a la salud mental, generando cuadros de ansiedad, estrés, depresión,…”, añaden.

“En torno al 70% de las personas experimentan síntomas depresivos tras una ruptura significativa. Para contrarrestar este impacto, es crucial implementar estrategias previas de autocuidado, es decir, estar lo más fuerte emocionalmente posible y buscar apoyos, desde apoyo familiar y/o de amistades, hasta otro tipo de apoyos profesionales (terapeutas, servicios de mediación, …). Un aspecto importante a tener en cuenta es que desde el pasado 3 de abril, entró en vigor la Ley de Eficiencia, por la cual se establece la obligatoriedad de acudir a mediación antes de presentar una demanda de divorcio en el Juzgado”, concluyen las profesionales.