De manera oficial, las fiestas de San Prudencio y Nuestra Señora de Estibaliz, ya están en marcha. Desde la plaza de la Provincia, en un ambiente inmejorable e incluso con el acompañamiento de la climatología, el pregón festivo ha encendido el motor de no pocas actividades que, a lo largo y ancho del territorio, se van a suceder durante estas jornadas. En esta ocasión, ha sido la filósofa, historiadora del arte, divulgadora y escritora gasteiztarra Isabel Mellén Rodríguez la que ha levantado el simbólico telón, compartiendo unas palabras cargadas de contenido, un discurso que ha llamado a celebrar pero también a pensar y reflexionar en torno al pasado y cómo su relato habla también del presente y dibuja el futuro.
Ante un numeroso público y con la presencia de no pocas autoridades, encabezadas por el diputado general de Álava, Ramiro González, la experta ha reivindicado el papel de “colectivos a los que se nos ha impedido construir nuestra memoria, a los que se nos ha arrebatado todo atisbo de identidad histórica que nos pudiese dar una cohesión de grupo, un relato común y el reconocimiento de ciertas experiencias propias. Hablo de las mujeres, del colectivo LGTBIQ+, de las personas racializadas, de las discapacitadas, de la infancia y de la vejez… Somos muchas las que no encontramos acomodo en el discurso histórico hegemónico, pensado únicamente para ensalzar las acciones de unos pocos ignorando deliberadamente a los demás”.
"En la memoria de nuestro pasado se funda lo que somos hoy en día"
“Las tradiciones parecen el eterno retorno de lo mismo y, sin embargo, casi imperceptiblemente, van cambiando y transformándose al ritmo de la sociedad que las acoge”, ha apuntado Mellén. “Durante demasiado tiempo hemos tenido unas tradiciones excluyentes, en las que no todas las personas eran bienvenidas o no se les permitía participar en igualdad de condiciones. Es momento de hacer unas fiestas para todo el mundo. Las fiestas de Álava son la ocasión perfecta para retomar la tradición desde la fuerza de la renovación. Para recordar, en Estibaliz y Armentia, a las mujeres que hicieron posibles esos enclaves o que dejaron sus mensajes en ellos. Para recuperar valores de un pasado ya olvidado que pueden servir de acicate y de inspiración para nuestro presente. Para elegir recordar aquello que nos une y olvidar lo que nos separa. Para hacer unas fiestas que hundan sus raíces en el carácter alavés pero que sean abiertas para nuestras vecinas y vecinos de otras procedencias. Para que celebre la diversidad desde la unidad”.
Aniversarios
Mellén ha recordado que este año se cumple el quincuagésimo aniversario desde la primera tamborrada que tuvo lugar para conmemorar estas fiestas. “Pero también hemos descubierto recientemente, gracias a la pericia investigadora de la historiadora Virginia López de Maturana, otra efeméride que, sin ella, nos habría pasado desapercibida. Y es que este año también se conmemora el centenario de la primera retreta, que tuvo lugar en 1925, dos años antes de lo que se pensaba”.
“Y esto, que podría ser anecdótico, resulta que es fundamental. Porque en la memoria de nuestro pasado se funda lo que somos hoy en día. A través del ejercicio de ciertas tradiciones, de la perpetuación de algunas narraciones, de la repetición o conmemoración de hechos, nos forjamos el relato de lo que somos hoy”, ha recordado. En este sentido, ha querido poner el foco “en esta labor a veces silenciosa pero constante que llevamos a cabo las personas que nos dedicamos a investigar el pasado y a hacerlo cada vez más ancho e inclusivo. Se trata de una tarea sufrida, difícil, compleja, no siempre reconocida pero fundamental para sostener la sociedad”.
Conocedora de que “hacer historia es toparse, en ocasiones, con muros de silencio y, otras veces, llegar al éxtasis del hallazgo inesperado”, ha apuntado que “la pregunta más acuciante de todas, la que toca responder en nuestro tiempo, es una que afecta a más de la mitad de la población: ¿dónde estaban las mujeres en la historia?”. A responder esta y otras cuestiones relacionadas se dedica de manera exhaustiva Mellén. “Las mujeres no estamos en el relato común de la historia porque no han querido que estuviésemos, porque se ha hecho todo lo posible por negar nuestra existencia, nuestras acciones, nuestras contribuciones, porque de manera intencionada se ha querido invisibilizarnos”.
Toda y María López
En este punto, la experta ha querido recodar de manera explícita a Toda y María López, madre e hija de la Casa Haro, encargadas de crear Estibaliz, en origen un monasterio vinculado con San Pedro de Cluny. “Estas dos mujeres representan uno de los ejemplos más tempranos documentados en nuestra provincia sobre eso que hoy en día denominamos matronazgo y que ha tenido una huella trascendental”.
“Sin el matronazgo de estas mujeres que estuvieron pagando y dirigiendo obras por toda nuestra provincia no contaríamos con gran parte de nuestras iglesias románicas, ni con el desaparecido convento de San Francisco de Vitoria, ni con el de San Antonio; ni tampoco con el hospital de Santiago o gran parte de los hospitales históricos que salpican los pueblos alaveses. No habríamos tenido un frontón en la calle San Prudencio, tristemente desaparecido, ni se hubieran podido desarrollar del mismo modo tradiciones como la Procesión de los Faroles. Gran parte del patrimonio que hoy atesoramos ha sido posible gracias a la acción de estas mujeres benefactoras que, mientras creaban estos espacios y obras, dejaron su impronta bien visible en ellos para que fueran recordadas”, ha dicho.