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Las listas de espera para entrar en las cuadrillas de blusas y neskas se “disparan”

Algunas formaciones vitorianas superan las 100 personas en sus filas

Las listas de espera para entrar en las cuadrillas de blusas y neskas se “disparan”Jorge Muñoz

Es tal el éxito que han cobrado las cuadrillas de blusas y neskas para sumergirse en los festejos de La Blanca que muchas presentan “problemas de aforo” de cara a las que están por venir. Lo que está claro es que es uno de los elementos clave de las fiestas gasteiztarras; una forma de vivir y sentir esa primera semana de agosto que se popularizado entre las jóvenes generaciones de forma pujante.

Y las cuadrillas lo notan. Aún hay vitorianos y vitorianas que mantienen la esperanza de entrar en alguna de la treintena de formaciones –sumando las adheridas a Federación y Comisión y Hemengoak como nueva incorporación– que existen a día de hoy.

Las cuadrillas de blusas y neskas con una parte imprescindible de las Fiestas

“Se están disparando las listas de espera”, desvela una fuente cercana a la Federación de Asociaciones de Neskas y Blusas, que agrupa a Los Bainas, Biznietos de Celedón, Batasuna, Jatorrak, Gasteiztarrak, Los Martinikos y Gaupazaleak.; que debutó en las fiestas anteriores con unos 250 miembros.

Pero ese denominado boom no es solo de este año. “Es una tendencia que llevamos viendo ya de la pandemia hacia aquí”, contextualiza. De hecho, una de las reflexiones que se hizo en la última reunión de la entidad estuvo focalizada a “la cantidad de gente que se quiere apuntar”.

No importa que sean veteranas o novatas, en algunas ya es misión imposible. Como es el caso de Los Martinikos, que son 150 miembros. “No admitimos ni en lista de espera. Hemos cortado por ya era insostenible”, argumentan.

Y es que en general se habla de poner límites para que “no se desmadre”. En este sentido, apuntan que cuantos más miembros, “más complicado” es gestionar las actividades, las comidas y cenas así como movilizar a toda la formación al mismo son. “Hay días que se nos dispara el número de personas y tenemos que hacer dos turnos para cenar y comer porque llegamos a ser hasta 200”, explica la integrante. 

En imágenes: Paseíllo de las cuadrillas de blusas y neskas (¡Búscate en las fotos!)

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La barrera de 200, miembros, incluso de 300, la sobrepasa Los Bainas, cuadrilla veterana con más de ochenta años de historia. Sin ir más lejos, cerraron La Blanca pasada con 392 blusas y neskas; marcando el día grande, el 5, su propio récord, con un total de 350 bainas desfilando por Vitoria. 

"Es un boom totalmente justificado, porque el ambiente entre la gente joven dentro de una cuadrilla no lo encuentras fuera"

En lista de espera para entrar este 2025 hay un total de 168 personas. “Sin contar los que todavía no han enviado el formulario relleno”, apunta Olivia Peña, miembro de la junta directiva de la cuadrilla. “Es un boom totalmente justificado, porque el ambiente entre la gente joven dentro de una cuadrilla no lo encuentras fuera”, valora Peña.

Crecimiento entre neskas 

Sergio González, presidente de la Comisión de Blusas y Neskas, opina similar. “Están todas llenas porque el crecimiento que ha habido en pocos años, sobre todo de neskas, ha sido absoluto. Y rápido”, expone en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. En este sentido, apostilla que “ahora vivimos la fiesta de otra manera, porque no queremos perdernos nada”. 

"Cuando yo empecé en esto, la gente quería salir en una cuadrilla de blusas concreta, ahora se ofertan a todas"

Reconoce que, a pesar de que muchas cuadrillas no tienen cuantificadas las personas esperando a entrar, ese llamado boom “se ha ido de las manos”. “Cuando yo empecé en esto, la gente quería salir en una cuadrilla de blusas concreta, ahora se oferta a todas las cuadrillas para ver en cuál puede entrar”, cuenta. Envían, por lo tanto, más de una solicitud; echándolo a suerte, como quien dice. En este sentido, González apunta que las cuadrillas grandes suelen ser las más demandadas, “las que más se ven en la calle”.

Vitoria es de las cuadrillas de blusas y neskas: búscate en las fotos

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Pero en un esquema donde abunda tanta cantidad, el problema que ve el representante de la Comisión es que “falta calidad”. “Están entrando grupos de cinco, y eso es difícil gestionarlo. Al final, yo creo que las cuadrillas de blusas y neskas se tienen que ver como una familia en fiestas de Vitoria. Y con tanta gente, a veces eso es inviable”, opina.

Los paseíllos

un rompecabezas “El 25 de julio y el 5 de agosto tenemos un problema en los paseíllos. Que se hacen largos”, sostiene González. Eso y que, al estar divididos por calles y horarios, las kalejiras de ida y vuelta que recorren las calles Dato, Florida y Rioja “prácticamente se solapan”.

Por otro lado, la creación de nuevas cuadrillas, es un tema que también se pone sobre la mesa de debate. “Todos los años sale una nueva como mínimo, por gente que lleva años en lista de espera y no consigue entrar”, afirma una de las responsables de la cuadrilla Galtzagorri. En su caso, al tratarse de una cuadrilla de txistularis (diez), tratan de “fijar el límite entorno a los 150”.

No sabemos lo que va a pasar y hasta qué punto se van a poder seguir generando cuadrillas”, apunta, por su parte, la fuente vinculada a Federación.

¿Unas fiestas más rentables?

Como aspecto positivo de disfrutar en cuadrilla los días 5,6,7,8 y 9 de agosto, desde Los Martinikos subrayan que “es más económico”. “En la cuota entran las comidas, las cenas, la bebida y los planes los tienes hechos”, comentan. Por lo general, las cuotas oscilan entre los 200 y los 300 euros, aunque también las hay que rebosan esa última cifra.

Asimismo, otro punto en favor de ser blusa o neska, es la posibilidad de disfrutar en compañía de la cuadrilla desde horas matutinas; con el tradicional poteo, vermú o la tradición que cada una cobije. 

“Antes solíamos salir solo de noche, pero ahora, los blusas y neskas salimos desde por la mañana. Asistimos al toque de dianas y disfrutamos de un posterior vermú con pintxos y un paseo para ver el ambiente. Por la noche en cuanto se va la charanga, nos retiramos a casa para poder quedar al día siguiente a la misma hora del vermú”, comparte una neska de Los Martinikos.