El escenario que maneja actualmente el Casco Viejo de Vitoria en materia de vivienda urge de soluciones. Principalmente, por el deterioro de sus edificios, al tratarse de viviendas visiblemente antiguas que han dado lugar a graves problemas estructurales y, por ende, el riesgo que supone para los vecinos y vecinas que habitan en ellos, obligando, en algunos casos extremos, el desalojo por completo.
En este marco, el Casco Histórico gasteiztarra tiene a día de hoy 5 edificios completos y 4 cuatro viviendas a las que se les ha aplicado un expediente de desalojo, es decir, que sus residentes han tenido que abandonar su domicilio por el deficiente estado de la estructura, convirtiéndose en una espacio imposible de habitar.
Así lo ha dado a conocer este lunes en comisión el concejal de Modelo de Ciudad, Borja Rodríguez, quien ha apostillado que tales expedientes son una "medida excepcional", cuando no existe otra posible alternativa.
En 'Kutxi' y 'Pinto'
Precisamente de entre esos inmuebles desalojados se encuentran el portal 79 de la calle Cuchillería, que obligó a desalojar a dos vecinos “por motivos de seguridad” en septiembre de 2019, tal y como ya recogió este diario.
Un caso mellizo vivieron los residentes de Pintorería 63, donde se desalojaron dos viviendas del segundo piso. En este caso se trata de un edificio que se encuentra en una UPRE (Unidad de Ejecución Pública Residencial) con los edificios de Pintorería 61 y 65 que impide realizar las obras de consolidación del edificio.
Santo Domingo, igual siete años después
Siete años después del desalojo de forma acelerada de 10 familias de las viviendas de la calle Santo Domingo del el Casco Viejo, concretamente de los portales 40 y 42, a raíz de una fuga de agua que había afectado a los pilares del inmueble, lo que daba lugar a un peligro de derrumbe masivo en varias estancias, la realidad es que a día de hoy continúan tapiados y en una situación de deterioro que se va "recrudeciendo con el tiempo", ha expuesto Óscar Fernández, de Elkarrekin.
Por aquel entonces, en 2017, el coste de las obras de rehabilitación del edificio era de 345.000 euros, "ahora será mucho mayor", concreta Fernández. Un gasto inasumible para los propietarios, quienes ahora viven en una residencia alternativa mientras que otros continúan alojados en viviendas municipales.
"La situación en el Casco Viejo es complicada"
Solución a largo plazo
"La situación en el Casco Viejo es complicada", valora el edil de Urbanismo, quien añade que el pasado 15 de octubre se llevó a cabo una nueva inspección en el interior del edificio y que este martes se reunirá con dos vecinos para informarles de la situación.
Es por ello que el Ayuntamiento de Gasteiz confía en la entrada en vigor del PERI (Plan Especial de Rehabilitación Integral) del Casco Viejo para dar con la solución a largo plazo.
Viviendas de la calle Cubo, reformadas y vacías
Cinco viviendas y un sótano del número 10 de la calle Cubo de Vitoria se encuentran actualmente vacías en manos del Ayuntamiento de Vitoria. Se trata de viviendas de propiedad municipal en las se han acometido unas importantes obras para su reforma y rehabilitación y en las que el Consistorio gasteiztarra invirtió 98.141 euros, según ha apuntado este lunes en comisión a preguntas de EH Bildu el edil de Urbanismo, Borja Rodríguez.
Un primer informe técnico en 2009 recogía la necesidad de realizar reformas en este inmueble del Casco Viejo – en su cubierta y fachada así como una renovación de la instalación de luz y agua–, aunque finalmente fueron aplazándose hasta finalizar en julio de este mismo año. Y entremedias (2012) sus residentes fueron desalojados por los problemas estructurales.
A día de hoy, las cinco viviendas están “estancas, seguras y vacías, y precisan de inversión para su acondicionamiento”, ha expuesto Rodríguez. Y aunque el gobierno municipal trabaja para habilitar todas aquellos inmuebles de Gasteiz que son propiedad municipal para ponerlas a disposición de las personas en “situación de vulnerabilidad” – tal y como han determinado con los Servicios Sociales de Base, el Ayuntamiento no descarta “explorar otras vías” para dar uso a a las mismas.