Las obras para mejorar el abastecimiento de agua a Amurrio y otros núcleos de la comarca de Aiaraldea, a través de la renovación de conducciones que, antaño, permitían suministrarse desde Gorbea, “avanzan a buen ritmo y, a pesar de las dificultades de la orografía y sensibilidad del entorno en los que se desarrollan, finalizarán previsiblemente en abril de 2025”.
La estimación le ha dado este viernes la diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad, Saray Zárate, en la visita llevada a cabo para conocer el estado de los trabajos, que fueron adjudicados por 3,8 millones de euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 12 meses.
La responsable foral, junto al alcalde de Amurrio, Txerra Molinuevo; los presidentes de las juntas administrativas de Larrimbe y Lezama, María Asunción Aldama y Jon Aingeru Llano, respectivamente; y el presidente de Urbide, Julen Ibarrola, han comprobado sobre el terreno el estado de ejecución de las obras de renovación de las conducciones de Amurrio entre las captaciones del Gorbea y la arqueta del alto de Askargan.
“La intervención está cumpliendo con los tiempos previstos y esto supone que vamos a poder disponer de estos aprovechamientos de agua, que en su día se otorgaron a la población de Amurrio, de manera que garantizamos a futuro que las aguas captadas puedan ser integradas en el sistema de abastecimiento desde el embalse de Maroño y empleadas para reforzar la garantía de abastecimiento de la comarca”, ha explicado.
Captaciones históricas
Históricamente, la población de Amurrio se ha abastecido de agua mediante captaciones en los azudes del río Arbaiza y Lekide, en las faldas del Gorbea, así como de un bombeo situado en el río Altube, en la localidad de Baranbio, los cuales completaban otras tomas de agua de la cuenca del río Izoria.
Un afluente del río Nervión que, nacido en Sierra Salvada y tras pasar por localidades ayalesas como Izoria, Olabezar y Murga, termina desembocando en Marquijana, aguas arriba de Luiaondo, donde hoy día esta tomando forma una de las nuevas EDAR.
Sin embargo, una vez construida la presa de Maroño (se inauguró en julio de 1992) y las conducciones de agua a distintas poblaciones de Ayala, se fueron abandonando estas captaciones y aprovechamientos de agua históricos que, aunque en su día se otorgaron a la población de Amurrio.
En la actualidad, dado el desarrollo de la zona y las situaciones de estiaje, requieren de su renovación e incorporación al sistema de Maroño.
Para lograrlo, la Diputación diseñó un proyecto (enmarcado en el Plan Director de Abastecimiento y Saneamiento de Álava 2016-2026) a abordar en dos fases, de las que una primera, ya completada, ha dejado lista la conexión entre el Alto de Askargan y la ETAP de Izoria, en la que se tratan actualmente las aguas embalsadas de Maroño.
Garantizar el abastecimiento
“Esta obra nos permite garantizar el abastecimiento futuro de agua y que esta comarca sea más resiliente a los cada vez mayores episodios de eventos climatológicos extremos y asegurando, asimismo, la calidad del agua abastecida a los núcleos del territorio”, ha expuesto Zárate.
10 kilómetros de tuberías
En esta segunda fase será necesario abandonar la actual conducción de fibrocemento y disponer una nueva conducción que aprovechará la existencia de caminos y pistas forestales para limitar la afección al entorno natural, parte del cual se localiza en la zona límite del Gorbea.
La conducción tiene una longitud de 10 kilómetros, de los cuales están ya ejecutados más de un tercio, discurre por los territorios históricos de Álava y Bizkaia, cruzando mediante tramos especiales con hincas y perforaciones dirigidas la carretera A-3616, así como el río Altube y el arroyo Arbaitzagoiti.