El Nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, que participa por primera vez participa en las fiestas de la Virgen Blanca, ha resaltado la devoción de los vitorianos a su patrona, cuya imagen sacada hoy en procesión "cautiva y es, sencillamente, esplendorosa".
Auza, arzobispo filipino, llegó este domingo a Vitoria y hoy a las ocho ha dado la bendición en la plaza de la Virgen Blanca, tras el Rosario de la Aurora. Posteriormente, a las diez y media, ha presidido la Misa Pontifical en una iglesia de San Miguel que se ha quedado pequeña.
De amanecida, miles de vitorianos se dieron cita en el tradicional y emotivo Rosario de la Aurora, con una temperatura agradable de 16 grados para el recorrido a las siete de la mañana, y en la posterior misa en honor a su patrona la Virgen Blanca.
Juan Carlos Elizalde
El madrugador Rosario del día grande de las fiestas congrega cada año a los vitorianos en silencio, solo roto por cánticos y oraciones, incluida una especial por la paz, acompañando en procesión a la Virgen con el niño.
La procesión, que comenzó a las siete, arrancó en la plaza de la Virgen Blanca y la calle Mateo Moraza para hacer su recorrido tradicional por el casco medieval, por la Plaza de Santa María, Correría, Siervas de Jesús y Diputación.
El recorrido, de una hora, se celebró sin problemas, y numerosos vecinos de la ciudad y visitantes acompañaron la imagen de la Virgen Blanca, mientras los últimos noctámbulos la veían pasar.
La procesión finalizó con la tradicional misa desde la iglesia de San Miguel, presidida en esta ocasión por el nuncio del Papa en España y el obispo, Juan Carlos Elizalde.
Tras la eucaristía, las cuadrillas de "blusas" comenzaron su visita a la hornacina de la patrona para realizar la tradicional ofrenda floral y bailar el aurresku de honor.
Misa pontifical
Posteriormente, a las diez y media, se ha celebrado la Misa pontifical en una iglesia de San Miguel llena de fieles, ante los que monseñor Auza, ante los que ha elogiado la imagen de la Virgen Blanca que preside la famosa capilla de esta iglesia de San Miguel, que "cautiva y es, sencillamente, esplendorosa".
"En las horas que llevo entre vosotros ha llegado a mi corazón el cariño que profesáis a la Virgen Blanca. Representa mucho para todos los vitorianos", ha subrayado.
En este sentido, ha resaltado como los "muchos devotos hijos de esta ciudad, por generaciones y siglos, han venido hasta la patrona de Vitoria para tributarle el honor debido, para manifestarle el cariño de un hijo, para traerle la tribulación del corazón en las penas, para pedirle confiadamente su socorro sabedores de su poder suplicante o para agradecerle las gracias espirituales y corporales que de su poderosa intercesión se obtiene".
