Eginaren Eginez, asociación de personas con discapacidad física de Álava, este verano vuelve a lanzar la campaña Salta con cabeza, financiada por Salud Pública del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, para evitar las conductas de riego y, sobre todo, los saltos imprudentes al agua ya que “cada año, en playas, piscinas, pantanos, etc., decenas de ellos generan efectos indeseados, incluyendo roturas óseas, lesiones musculares, traumatismos cráneo-encefálicos o la muerte”.
En concreto, un 10% de las lesiones medulares se producen a causa de zambullidas y acciones irresponsables en playas y piscinas, y la mayor parte de las personas afectadas son jóvenes entre los 16 y los 35 años.
“Graves y habituales”
Como advierte esta asociación, una de las consecuencias “más graves y más habituales de lo que pudiéramos pensar, son las producidas por golpes en la columna vertical y que si afectan a la médula espinal pueden llegar a convertirse en hemiplejias, paraplejias o tetraplejias y que incluso, debido a la paralización inmediata de los músculos, pueden llegar a muerte por ahogamiento”.
Por eso, la iniciativa pide este estío alejarse de “las imprudencias” y “desafíos estúpidos” para que nadie se la juegue. Entre otros motivos, por una foto en tus redes sociales. Y que “muchas veces ser valiente significa negarse a actuar de modo estúpido e irresponsable, a pesar de la presión del grupo”.
Esas lesiones ocurren, sobre todo en playas, ríos y embalses, “entornos acuáticos cambiantes donde el fondo no es visible y que pueden depararte sorpresas nada gratas”.
Prudencia
No obstante, pueden evitarse siguiendo una serie de consejos y precauciones.
- El primero de ellos es el de no lanzarse lances al agua en lugares desconocidos, si la superficie está turbia o si no se sabe la profundidad exacta.
- El segundo es el de evitar tirarse de cabeza.
“Si vas a hacerlo en un espacio natural, entra antes en el agua poco a poco y de pie para comprobar la profundidad (puede variar en cuestión de horas) así como la existencia de rocas, ramas…, que puedan suponer un peligro. Hazlo, aunque te hayas sumergido los días previos, pues las corrientes pueden depositar en el fondo nuevas piedras u objetos”.
- El tercero es que a la hora de zambullirse, hay que comprobar que no haya bañistas bajo el agua, y, a continuación, lanzarse colocando las manos por delante y la cabeza entre los brazos extendidos en prolongación del cuerpo para proteger tu cabeza y/o el cuello.
- El cuarto consejo es evitar los saltos desde alturas “y recuerda que cuanto mayor sea ésta, mayor deberá ser también la profundidad. Un mal salto puede provocar una lesión medular tan solo por el impacto del agua”.
- Y, por último, que en caso de accidente, hay que sacar a la persona y colocarla en una superficie rígida, tumbada y estirada.
“Intenta trasladar el cuerpo en bloque, para no mover la columna y que no se agudicen las lesiones. Comprueba que puede respirar, de lo contrario, libera sus vías aéreas. Contacta rápidamente con los servicios de emergencia. Es preferible a intentar trasladarla en un coche particular”.