El colegio Ibaiondo de Vitoria ha sido testigo este martes de un pequeño taller sobre lecciones de inclusión. En concreto, fueron sus pupilos de 5º de Primaria quienes han recibido una charla informativa, para más tarde poner lo aprendido en práctica, sobre la posibilidad de acercar la naturaleza de Álava y Euskadi a las personas con algún tipo de discapacidad.
Y todo ello, de la mano de la asociación Montes Solidarios, quienes han visitado en la mañana de hoy el centro con la intención de “divulgar” y darse a conocer entre los escolares. De hecho, esa es una de la muchas actividades que llevan a cabo desde la organización, además de invitar a la población a unirse a sus emotivos retos.
“El objetivo es acercar la naturaleza a aquellas personas que tienen una discapacidad física, sensorial y también mental; quienes cada vez se acercan más”
En este sentido, tal y como han apuntado dos de las socias que forman parte de la junta directiva, Rosa Prieto Mendaza y Conchi Franco, en conversación con este periódico minutos previos al inicio de la actividad, el objetivo que se persigue es “acercar la naturaleza a aquellas personas que tienen una discapacidad física, sensorial y también mental; quienes cada vez se acercan más”.
Son ya unas 250 las personas voluntarias que forman parte de este proyecto solidario que asentó sus bases en el año 2016 y, tal y como ha señalado Franco, el “número de usuarios va en aumento”.
Silla especial
Junto a Rosa y Conchi estuvo presente Alfonso, también voluntario. De hecho, el es uno de los que se encarga de dirigir uno de los mecanismos adaptados a personas con discapacidad física: la silla joelette, que no ha dejado indiferente a ninguno de los alumnos del aula.
"Cuando te sientes cómoda, es cuando puedes disfrutar del monte"
Al hilo de lo explicado por los asociados, se trata de una silla especial que permite que las personas con discapacidad puedan desplazarse por zonas naturales y montañosas. “Compuesta de una sola rueda y que necesita como mínimo dos personas en sitios llanos; una delante y otra detrás para empujar”, ha indicado Franco.
“Normalmente, la primera vez que te montas en una silla así, vas en tensión"
Y, cuando las cuestas se presentan “muy acentuadas”, se suman dos personas más; “todas ellas con arneses, además de otras dos a los costados”. “Normalmente, la primera vez que te montas en una silla así, vas en tensión. Cuando te sientes cómoda, es cuando puedes disfrutar del monte”. Y para poder ofrecer esa “comodidad” a las personas con discapacidad durante el trayecto, los socios y socias reciben formación tanto teórica como práctica.
Barras direccionales
Además de la silla, también se ha dado a conocer el funcionamiento y la utilidad de las barras direccionales, “utilizadas para personas que tienen dificultades de equilibrio o discapacidad visual. “Van un total de tres personas. La que se coloca delante hace de guía, por lo que se encarga de indicar los obstáculos que se va encontrando por el camino. La persona que va detrás, en cambio, señala hacia dónde tiene que moverse”, detalla la socia.
Herramientas que los alumnos y alumnas han podido probar en el patio del colegio simulando algún tipo de discapacidad; poniéndose en la piel de quienes las padecen.
Sobre la asociación
La organización nace “cuando una persona muy amante de la montaña, y del deporte en este lugar, se da cuenta de que hay personas que no puede acceder a ella. Que no pueden disfrutar como él disfruta”. Algo que le impulsó a ponerse en contacto contras asociaciones internacionales y dar los primeros pasos aquí; en Álava.
“Se intenta hacer salidas por todas las cuadrillas de Álava, con el apoyo de la Diputación Foral”
En el plano actual, el domingo suele ser el día de las salidas a la naturaleza. Eso sí, cada quince días y durante los meses comprendidos entre marzo y noviembre. Excursiones en las que suelen participar unas 60 o 70 personas y, normalmente, en el entorno de territorio alavés.
“Se intenta hacer salidas por todas las cuadrillas de Álava, con el apoyo de la Diputación Foral”, ha añadido Prieto. En este sentido, el parque natural del Gorbea, Olarizu, la zona del Anillo Verde, los pantanos alaveses así como la prevista para este domingo a la cascada del río Altube, son algunas de los entornos por el que han hecho andadura los participantes y usuarios de este proyecto solidario.
Salidas "inclusivas"
Eso sí, de una forma “inclusiva”, tal y como lo han remarcado hoy las socias. “El objetivo es acercar la naturaleza a las personas con discapacidad, pero de una forma inclusiva. No se trata de organizar una salida para que acudan solamente personas con discapacidad, sino para que todo el mundo pueda ir”, comenta Franco.
Y no solo Álava, también se organizan salidas por otros rincones de Euskadi; que se enmarcan dentro del proyecto Ametsak Bete (Cumplir Sueños). “La persona se acerca y nos comenta qué destino natural en concreto le gustaría ver o visitar”, explica Franco. Y es ella la que decide si abrir invitar más gente o, si por el contrario, prefiere hacerlo de una forma “más íntima”.