Esta noche, la arquitectura alavesa ha perdido a uno de sus grandes referentes. Roberto Ercilla ha fallecido tras una enfermedad que, desde hacía varios días, tenía a sus seres más cercanos a la espera de la triste noticia.
Su firma está en conocidos edificios de la capital alavesa pero también de otros puntos del territorio, sin perder de vista también su labor dentro del campo cultural.
La reforma de Montehermoso, los trabajos en Betoño para abrir la nueva sede de la Fundación Sancho el Sabio y la actual casa de IDarte, el centro cívico de Nanclares de la Oca, varios edificios en barrios como Zabalgana o las rampas del Casco Viejo de Vitoria son un buen ejemplo de su labor.
Arquitecto titulado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en el año 1976, instaló su despacho en Vitoria desde 1978.
Además de su labor profesional, se implicó también en iniciativas culturales como Mahaia, la mesa del sector cultural alavés que nació en plena crisis económica de 2008 agrupando a centenares de personas.
