Nieves Urrutia Agorreta (Vitoria, 1938), premio Enrique Eguren 2022 y una de las mujeres a las que homenajeará hoy el Museo Arqueológico Nacional, suma méritos más que suficientes para protagonizar estas líneas con motivo del 8 de marzo porque, como dice la campaña de este año del Gobierno Vasco, en colaboración de las tres diputaciones forales y Eudel, es para estar “orgullosas” de esta pionera en la investigación arqueológica y espeleología en territorio alavés desde mediados de 1950.

Su figura destacó en la sistematización de los trabajos de apoyo necesarios para llevar a cabo con éxito cualquier investigación arqueológica. Y también tuvo un papel esencial en la fundación del Instituto Alavés de Arqueología.

Inicios

Todo empezó, como recuerda, con apenas 16 años, cuando comenzó a desarrollar su afición en el seno del Departamento de Espeleología creado en el Grupo de Montaña Manuel Iradier, en una época en la que no era nada común que una fémina se adentrara en las entrañas d la tierra.

“En casa me apoyaron desde el principio. Mis padres eran para eso muy abiertos. Mi madre, sobre todo, me dio libertad para seguir mi propio camino. Me dijo que si yo estaba a gusto, que adelante"

“En casa me apoyaron desde el principio. Mis padres eran para eso muy abiertos. Mi madre, sobre todo, me dio libertad para seguir mi propio camino. Me dijo que si yo estaba a gusto, que adelante. En las cuevas encontrábamos materiales arqueológicos y de ahí empezamos a trabajar en la arqueología”, detalla.

Su tarea primordial era la de topografiar las cavidades. Con estas actividades, desarrolló su interés por la prospección y la arqueología, para dedicarse a ella de forma continuada a partir de los años 60.

A su cargo estuvo siempre la organización del trabajo de campo de todas las campañas dirigidas por Armando Llanos, así como el procesado de los materiales arqueológicos recuperados, especialmente la cerámica.

A pesar de su papel en la investigación ha estado a la altura de su pareja (Llanos), su presencia en las publicaciones, no ha sido la misma.

“Las mujeres, si no hemos avanzado antes, es porque ha habido todo tipo de pegas. Parece que solo servíamos para estar en el hogar y tener hijos. Ahora se ha avanzado en igualdad y tenéis abiertas todas las puertas”.

Gracias a mujeres como ella. “Bueno...”, matiza humildemente. “Hemos abierto camino para que cada vez esté más ancho. Es lo que deseo para todas, pero hay que seguir luchando. Os toca a vosotras”.