Berakah, la obra social de las parroquias vitorianas de Santa María y San Vicente Mártir, ha alertado este jueves de que en 2023 se ha disparado en Gasteiz la demanda de cobertura alimentaria y acceso a una vivienda en régimen de alquiler. Así, Berakah, con la ayuda de la Fundación Vital y otros donantes, ha acogido entre septiembre y diciembre a 502 nuevas personas, cerca de 70 más que en el midmo periodo del año anterior, la mayoría miembros de familias migrantes recién llegadas. En cuanto a la alimentación, Fidel Molina, responsable de Berakah, destaca el “alarmante aumento de las solicitudes de ayuda en todos los servicios alimentarios, como por ejemplo es el comedor Zugaz, donde se han aumentando en un millar los menús con respecto al año anterior, acercándose a los 4.000 mensuales. Lo mismo ha sucedido con los desayunos y meriendas para niños y adolescentes de familias sin recursos, así como en los servicios de Garbin Txiki destinado a la atención a bebés, cuya demanda se ha disparado”.

Según el informe, el incremento de personas en situación de necesidad se explica por la llegada de nuevas familias a la ciudad, sobretodo de Latinoamérica, las cuales “se han encontrado con la necesidad de techo, de documentos que les permitan trabajar y de recursos para sobrevivir como es la comida”.

Los responsables de Berakah alertan de que “muchas familias se encuentran en una situación de soledad y aislamiento que no les permite trabajar, que no les da opción a una vivienda y a quienes el sistema les exige demasiados meses para que se integren y puedan recibir ayudas”.

Rostro de mujer

El informe también destaca otras muchas situaciones en Vitoria en las que “la pobreza tiene rostro de mujer”. Señala igualmente cómo ha cambiado tras la pandemia la realidad de la prostitución. “En las rotondas de nuestra ciudad no se encuentran más que tres o cuatro chicas pero la prostitución no ha desaparecido, sino todo lo contrario. Hay decenas de pisos y clubs a los que intentamos acceder, ofrecer nuestros servicios y estar cerca de las mujeres”.

La respuesta institucional no cambia

Ante esta situación, Berakah lamenta que la respuesta institucional no cambie. “Las plazas de albergue no son suficientes y cuando una familia llega a la ciudad no es acogida por los servicios sociales de urgencia”. En este sentido también muestran su decepción cuando “se sigue sin garantizar el derecho a la alimentación”, al igual que con el acceso a una vivienda donde “vemos precios de alquileres abusivos y lugares indignos para vivir”.

“Vemos precios de alquileres abusivos y lugares indignos para vivir”

Fidel Molina - Responsable de Berakah

En esta línea, recuerdan que hay familias con menos de seis meses de empadronamiento que son “derivadas únicamente” al servicio del Banco de Alimentos, “recurso necesario pero muy insuficiente para garantizar un plato de comida al día, más si son varios miembros de una misma familia”. Ante este panorama, Molina recuerda que “el derecho a una correcta alimentación sigue sin estar cubierto por nuestras instituciones públicas al igual que la falta de vivienda en alquiler, donde los precios siguen subiendo convirtiéndose en algo inalcanzable para muchísimos ciudadanos”.

Advierte además del “peligroso mercadeo del empadronamiento” como herramienta necesaria para iniciar un proceso de inserción, pues “muchos lo venden y trafican con él”.

La Facultad de Teología de Vitoria celebra su día

Hoy viernes la Facultad de Teología del Norte de España en su sede de Vitoria-Gasteiz celebra a Santo Tomás de Aquino, patrón de los estudiantes en general y de los estudios teológicos en particular. De esta manera, los 122 hombres y mujeres que aquí estudian así como el cuerpo docente que les forma, compuesto por 30 profesores, se unirán al Decano de la Facultad, José Antonio Badiola, para comenzar esta jornada festiva a las 11.30 horas con la misa de apertura en la Capilla Pública.

Tras la eucaristía, sobre las 12.45 horas, comenzará el solemne acto académico en el Aula Magna con una conferencia como momento central y que estará a cargo del jesuita vizcaíno y Doctor en Teología, José Carlos Copeau Dorronsoro.