Más de 1.300 alumnos de 16 centros escolares han tendido un acto conjunto para celebrar la Jornada Escolar por La Paz y la no violencia.
Representantes de todos estos centros han leído 16 compromisos realizables para el día a día encaminados a ser instrumentos de paz, respeto y convivencia. Por ejemplo, a denunciar comportamientos violentos y alejarse de personas que actúen de manera agresiva, respetar la diversidad y la pluralidad de opiniones, dialogar con el diferente, combatir el bullyng o trabajar porque todos tengan acceso a la cultura y a la educación como instrumentos para la paz.
Un estilo de vida
La Paz ha de ser un estilo de vida es la frase que más se ha repetido. Con una animación a modo de sumar colores en un gran panel que es nuestra sociedad, cada colegio ha ido pintando el mural con un color distinto siendo todos necesarios para la paz.
Minuto de silencio
Antes de finalizar se ha guardado un minuto de silencio por todos los niños que están sufriendo violencia y guerra en el mundo especialmente en Ucrania y Gaza y se ha rezado entre todos el Padre Nuestro en euskera guiados por Dina, catequista de la parroquia de la Esperanza y nacida en Angola, país que vivió una guerra tremenda hace tres décadas.
El evento lo ha clausurado el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, quien ha comenzando recordando que ahora mismo, en Gaza o Ucrania hay niños que están sufriendo la guerra y la violencia. En este sentido ha afirmado que no está en nuestras manos el destino de las naciones pero si el de nuestro corazón.
Cómplice o colaborador de la paz
El prelado ha indicado que "se puede ser cómplice de la guerra y la violencia o colaborador de la paz y la justicia. Somos cómplices de la violencia y la guerra cuando insultamos, pegamos, hacemos bullyng, y no aceptamos la diversidad ni somos tolerantes. Somos colaboradores de La Paz y la justicia cuando respetamos, animamos, ayudamos y nos alegramos aceptando la diversidad".
"Somos colaboradores de La Paz y la justicia cuando respetamos, animamos, ayudamos y nos alegramos aceptando la diversidad"
Lo mejor del corazón
El obispo ha subrayado que hay un secreto para que salga lo mejor y lo peor de nuestro corazón. "Cuando estamos amargados, tristes o humillados sale lo peor de nosotros. Cuando estamos contentos, felices y alegres sale lo mejor. Y esto tiene un secreto: ¿De dónde sacas la alegria y la esperanza? ¿De tu familia, de tus amigos, de tus sueños, de tu fe? Tenemos que asegurar las fuentes de la esperanza. Solo eso puede asegurar la paz, ha resaltado, animando a todos los chicos y chicas que han llenado las gradas de la plaza a ser ejemplo de paz".