La Santa Sede ha lanzado una nueva etapa en la que apelan a todas las diócesis del mundo a seguir profundizando en el camino sinodal que finalizará en octubre de 2024 en Roma.
Por ello, el Obispado de la capital alavesa, que desde un primer momento se movilizó a través de la creación y dinamización de grupos sinodales a todos los niveles, inicia esta misma semana una nueva fase que volverá a reunir a las más de 1.400 personas que formaron estos equipos por barrios y por toda Álava durante los últimos dos años.
Conclusiones
Las conclusiones que se extraigan de estas futuras reuniones que tendrán lugar las próximas semanas se redactarán en un mismo documento diocesano el cual se enviará a la Conferencia Episcopal Española una vez concluya el plazo el próximo lunes 8 de abril.
Esta será la encargada de enviar una síntesis de todas las aportaciones diocesanas del conjunto del país las cuales serán estudiadas y analizadas por teólogos, canonistas y expertos para trasladárselas al Papa Francisco, quien determinará las cuestiones que se llevarán a debate en el próximo otoño en el Vaticano.
Nuevo momento
Para dar impulso a este nuevo momento, el vicario general, Carlos García Llata, ha escrito una carta pública enviada a todos los rincones de la diócesis donde explica al detalle esta fase.
En ella llama “a contar con todos para mantener vivo el dinamismo sinodal” e invita a participar “a los grupos sinodales que se constituyeron en la primera fase, a los órganos de participación a nivel diocesano, a los sacerdotes, a las religiosas, a los movimientos y asociaciones laicales, a los jóvenes y a otros grupos con los que, hasta ahora, nos han sido difíciles el diálogo y la escucha activa”.
“Invito a participar a los grupos sinodales que se constituyeron en la primera fase, a los órganos de participación a nivel diocesano, a los sacerdotes, a las religiosas, a los movimientos y asociaciones laicales"
Metodología
La metodología, añade el vicario, será “la que se ha seguido desde el inicio de este proceso, a través de la reflexión personal y en conversación con el espíritu que tantos frutos ha dado en la primera fase y que está siendo valorada como uno de los mejores logros del proceso sinodal”. Para esto, recuerda, es necesario “un clima de oración y escucha”. También anima a los convocados a “compartir testimonios de buenas prácticas” en estas sesiones para ser trasladadas “a modo de ejemplo”.
Distintas reuniones
Así, los participantes que se citen desde esta semana tanto en parroquias, grupos, asociaciones, colegios y comunidades deberán reunirse habiendo leído previamente el Informe de la Primera Sesión del Sínodo, disponible en www.diocesisvitoria.org.
En ese texto se trasladarán cuatro grandes preguntas que deberán ser respondidas por grupos
En ese texto se trasladarán cuatro grandes preguntas que deberán ser respondidas por grupos y donde se tratarán temas como la iniciación cristiana, los pobres, la diversidad, el ecumenismo, la mujer, los sacerdotes, el obispo, el Papa, la formación o la cultura digital entre otros.
Cientos de personas en el Europa
Con el recuerdo de mayo de 2022 donde se celebró una gran asamblea diocesana en el Palacio Europa con la participación de cientos de personas, esta nueva fase ocupará gran parte del trabajo de la diócesis entera durante los próximos meses.
Nuevas citas
Tal es así, que las dos siguientes reuniones de dos de los consejos más importantes de la Iglesia local –el presbiteral y el pastoral– se centrarán en el Sínodo y en esta nueva fase por deseo del obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde. Ambas citas serán el 29 de enero el presbiteral y sábado 3 de febrero el pastoral.
¿Qué es un Sínodo?
El Sínodo es la asamblea convocada por el Papa Francisco en 2021 y que finalizará en otoño de este año. Uno de los objetivos es el de encarar los retos del futuro y hacer más amplia la comunidad de creyentes, abriendo más las puertas de la Iglesia. Para ello, desde Roma se ha ido convocando a todas las diócesis del mundo con el propósito de discernir, escuchar y debatir sobre los principales aspectos de la fe, acoger a alejados y no creyentes y fortalecer la unidad desde la diversidad recogiendo el sentir de los cristianos de diversas culturas y ambientes. En octubre de 2024 finalizará este proceso con una histórica y multitudinaria cita en Roma presidida por el Papa Francisco.