El barrio de Zaramaga está inmerso en un proyecto de regeneración urbana, que va a requerir la realización de muchas obras, obras que seguirán criterios de circularidad de materiales, es decir, técnicas de ecoconstrucción en las que se reutilizan y aprovechan viejos materiales y otros se fabrican con restos de escombros para minimizar el consumo de recursos naturales. Doce equipos técnicos elaboran proyectos de rehabilitación profunda para 24 comunidades de edificios residenciales, un total de 358 viviendas.
Según la sociedad municipal, Ensanche 21, el objetivo es mejorar el comportamiento energético de estos pisos con actuaciones de aislamiento de fachadas y tejados, sustitución de los sistemas de agua caliente y calefacción, incorporando nuevos sistemas basados en energías renovables, así como un sistema de ventilación interior con recuperación de calor. Paralelamente, en algunos casos, se mejorará la accesibilidad instalando ascensores.
La economía circular y la rehabilitación de edificios son dos conceptos que se entrelazan con el fin de optimizar recursos.
La economía circular es un enfoque que busca romper con el modelo tradicional de extraer, fabricar, usar y desechar. A cambio, propone un sistema en el que los materiales se mantienen en circulación durante el mayor tiempo posible. “Cuando aplicamos este enfoque a la rehabilitación de edificios, nos encontramos con numerosas oportunidades para reducir el desperdicio, conservar recursos y promover la eficiencia energética”, entiende Ensanche 21.
En la economía circular también caben soluciones de diseño sostenible durante la rehabilitación de los edificios, lo que implica considerar el ciclo de vida completo de los materiales y productos utilizados en las obras, desde su extracción y fabricación hasta su uso y eventual reciclaje o reutilización.
La rehabilitación con criterios de circularidad busca preservar el capital natural maximizando la reutilización de los materiales existentes, optimizar el uso de los recursos, reduciendo la demanda de materiales naturales y fomentar la eficiencia energética, al mismo tiempo que se minimiza el impacto ambiental.
Es en lo que colaboran Ensanche 21 y el Centro de Estudios Ambientales de Vitoria para sacar el mayor partido a esta rehabilitación del barrio aprovechando al máximo los materiales utilizados en las obras. El clúster de la Construcción en Euskadi, Eraikune ha sido un agente clave, subraya Ensanche 21.
Así, los técnicos se enfrentan en Zaramaga a un importante reto con esta ecorrehabilitación ya que, aunque el contexto y la normativa obligan a introducir estos criterios, se necesita una buena dosis de innovación para hacerlo efectivo. “No podemos olvidar que el sector de la construcción está en transición hacia modelos circulares. Ser pionero entraña dificultades y oportunidades”, apunta Ensanche 21.
La circularidad de materiales no es otra cosa que su reutilización continua para generar menos residuos. Es decir, construir lo nuevo a partir de lo viejo porque cuando los productos se usan más de una vez se reduce el consumo de nuevos recursos. Ejemplos en la construcción hay muchos, caso del aprovechamiento de los escombros de obras y excavaciones; cementos y hormigones de baja huella de carbono.
También nuevos ladrillos fabricados con residuos de construcción y demolición, incluidos ladrillos, grava, arena y placas de yeso, que se trituran y se mezclan con agua y un aglomerante. Además, no necesitan ser quemados en un horno y, por lo tanto, producen menos de una décima parte de las emisiones de carbono que los convencionales ladrillo de arcilla. Y otros hechos a medida a partir de sanitarios, tejas y ladrillos cara vista procedentes de la demolición.
Asimismo, hay mobiliario hecho con materiales que provienen casi en su totalidad de los escombros de las obras, como bancos, y sillas de madera creadas a partir del antiguo suelo que cubría el patio de butacas de un teatro.
También montajes luminosos resultado de rescatar cajas de fluorescentes de parkings. Hasta cocinas y el baños pueden alicatarse con sobrantes de otras obras. Y así un sin fin de elementos más que investiga el sector de la construcción. En definitiva, residuos de la construcción y demolición que se transforman en nuevos materiales de construcción.