Los pueblos de la Llanada y, especialmente sus gentes, imprimieron ayer su particular sello de identidad con la celebración de la novena edición del Lautada Eguna o Día de la Llanada. Elburgo se convirtió por unas horas en el escaparate de los productores locales, artesanos y artistas de la Llanada oriental y sus productos.

A las 11.00 horas los representantes municipales y forales fueron los encargados de inaugurar la jornada plagada de actos. Nati López de Munain, alcaldesa de Elburgo, municipio anfitrión y al que regresa la jornada tras haber recorrido los ocho municipios que componen la Cuadrilla de Llanada Alavesa, fue la encargada de dar inicio al acto protocolario. “Hoy es una fiesta especial porque celebramos una fiesta de toda la comarca”, señaló la primera edil.

“Es un día para encontrarnos, para compartir y para conocer todo lo que tenemos en la comarca”, añadió López de Munain. “Pese a ser la novena edición este encuentro todavía permite descubrirnos porque siempre hay productores nuevos y gente nueva en la comarca con iniciativas” apuntó al tiempo que animó a todos a “valorar lo que tenemos porque muchas veces no conocemos nuestros rincones”.

También intervino Jone Miren Fernández Landa, directora de Desarrollo Rural y Litoral y Políticas Europeas del Gobierno Vasco. Esta destacó la importancia del evento porque “pone de manifiesto el trabajo que estáis haciendo todos como habitantes de esta comarca con unos pueblos vivos, que quieren poner de manifiesto el trabajo que se hace en ellos desde la perspectiva del producción de alimentos o la producción artesanal”.

Cerró el ciclo institucional Anartz Gorrotxategi, diputado de Equilibrio Territorial y Ordenación del Territorio, quien felicitó en Elburgo el trabajo que se hace en las diferentes comarcas para que el territorio siga “cohesionado”.

El polideportivo Landederra se convirtió durante la mañana en un magnífico escaparate para productores, artesanos y artistas de la Llanada Alavesa. Las joyas gastronómicas y la artesanía local fueron protagonistas de la novena edición de una cita organizada por la Asociación de Desarrollo Rural de Llanada Alavesa para poner en valor los aspectos culturales y sociales de la zona.

Más de una docena de puestos ponían sobre la mesa los mejores productos de una comarca conformada por ocho municipios –Agurain, Dulantzi, Asparrena, Zalduondo, Barrundia, Elburgo, San Millán e Iruraiz-Gauna–, que a lo largo de los años han sabido mantener viva la tradición y subirse al carro de la modernidad como se demostró ayer en la octava edición del Lautada Eguna.

Miel

Eran poco más de las once de la mañana y los curiosos rondaban ya las calles del pueblo. David, de Albéniz, puso a la venta la rica miel de sus abejas. Se trata de una pequeña empresa que lleva 20 años comercializando miel a pequeña escala en la Llanada Alavesa trabajando con una clientela que se ha mantenido fiel a lo largo de estas dos décadas. Hace un par de años decidieron aumentar las colmenas para expandir su pequeño negocio familiar, y actualmente comercializan miel a nivel nacional.

​Su miel se caracteriza por ser de origen vasco y su gran calidad. “Ponemos atención a cada detalle durante todo el proceso de producción, lo que incluye el cuidado de las abejas, seguido por las etapas de  recolección y manipulación de la miel, hasta que finalmente llega a la mesa”, explica. Todo ello se realiza de manera artesanal, sin emplear ningún tipo de tratamiento que perjudique las propiedades medicinales por las que es tan solicitada la miel, además de sus aromas.

Sin embargo, hay que señalar que en la Llanada Alavesa los inviernos son fríos, lo que dificulta la conservación de la miel en su estado líquido. Es por esto que se le realiza un proceso de batido mecánico y se comercializa en un estado cremoso, evitando así que el consumidor reciba una miel extremadamente sólida.​

Además, cabe destacar que trabajan minuciosamente respetando el ciclo vital de las abejas y empleando técnicas de manejo tradicional para minimizar el impacto que se pueda causar a las colmenas. “Estamos orgullosos del camino que hemos recorrido, pero todavía nos queda mucho que ofrecer”, reconocen.

Argia

Igual de animado era el puesto de las integrantes de la asociación Argia, de Elburgo, que acudieron a la feria con sus curiosos esponjabones, labiales de caléndula, jabones naturales, mascarillas, abalorios o diversas manualidades que realizan a lo largo del año con fines solidarios.

El zumo de manzana del economato de Ozaeta, quesos de cabra de Añua, Sandra, de Trokoniz, con sus particulares joyas, los juguetes y libro de Librería Eguzki de Agurain, los abalorios de Erkuden de Donemiliaga, los productos elaborados a mano por Miren en Araia, el abono orgánico de Mertxe (Ekaia de Narvaja) o las verduras de Joseba (Adana) fueron los productos con los que se pudieron aprovisionar los que se desplazaron hasta la localidad. El aperitivo dominical de muchos de los habitantes de la Llanada contó ayer con las ricas croquetas de Juan.

Cuatro corales

Pero no sólo los puestos consiguieron atraer la atención de los visitantes a la feria, sino que el concierto que las cuatro corales de la Llanada ofrecieron en la iglesia de San Andrés atrajo a un buen número de personas. El Grupo Coral Erkametza de Elburgo, Araiako Abesbatza, de Asparrena, el coro Kataliturri de Barrundia y San Millán y Eguzkilore de Agurain.

Desde Elburgo hasta Ilarduia, pasando por Alegría y San Román o desde Barrundia hasta Egino pasando por Ozaeta. Todos sus vecinos y visitantes fueron bien recibidos en Elburgo en una jornada que no tiene otro fin que “exaltar la cultura, el producto y la artesanía local”, según explican desde la organización.

Precisamente, promocionar los productos de los agricultores locales era uno de los objetivos principales de la octava edición de este Lautada Eguna. “Dar visibilidad a la gente de aquí, crear una feria de la comarca en la que estuvieran presentes los artesanos y productores locales”, explican desde la organización.

Los más txikis pudieron divertirse en el taller de magdalenas preparado por Hazten eta Jolasten o participar en el pintacaras de la mano de Sandra Estarrona. Además las chicas de Garaion enseñaron a los presentes a trabajar el mimbre. La asociación Argia, además de acudir con su puesto de venta de productos solidarios, impartió un taller de elaboración de esponjabones.

La fiesta se trasladó al huerto ecológico didáctico Biolortu donde tuvo lugar una visita teatralizada. Se trata de un huerto ecológico municipal inaugurado en 2011 con el objetivo de aprender a cultivar el huerto, conocer los árboles del entorno, disfrutar de las plantas, promover la participación de los vecinos del municipio e intercambiar conocimientos y experiencias.

Biolortu

El huerto ecológico cuenta con espacios demostrativos con los que trabajar sobre necesidades locales de formación y sensibilización. Así cuenta con una zona de huerto ecológico con la que se pretende fomentar la producción ecológica en las huertas para autoconsumo común en el municipio.

Además hay un espacio destinado a jardín hortícola con plantas ornamentales, aromáticas y medicinales con el fin de aportar ideas para mantener las zonas verdes en las viviendas de nuevas construcción frente a la tendencia a encementar.

Un amplio programa de actividades en una fiesta en la que se hermanan los distintos pueblos de la comarca para reivindicar sus potencialidades y bajo el lema  Arabako Lautada, herri txikien taupada!