“No eres alcohólico por beber mucho, sino que bebes mucho porque eres alcohólico”. De esta manera, José –nombre ficticio– sintetiza uno de los paradigmas que definen a los hombres y mujeres que padecen una enfermedad que podría catalogarse como de las emociones o de la personalidad.
Esta patología mental, con todas sus consecuencias físicas derivadas de la acumulación de consumos descontrolados, se aleja bastante del estereotipo que reina en el imaginario popular y que sitúa a los enfermos en los extremos de la marginalidad y en edades cercanas a la última madurez.
Único grupo de Euskadi
Es más, desde Alcohólicos Anónimos 24 horas de Gasteiz, único grupo de esta tipología en Euskadi y uno de los 14 que existen en la península ibérica, incluido Portugal, desmontan cualquier apriorismo al respecto para señalar uno de los problemas más acuciantes que observan desde su agrupación: cada vez llegan a ellos personas más jóvenes.
El refranero castellano utiliza una máxima que confiere un grado extra a quien tiene experiencia. Por eso José, desde su atalaya en su grupo de ayuda mutua, analiza las situaciones a las que tienen que hacer frente a diario. Entre ellas, cada vez con mayor frecuencia, los jóvenes adquieren protagonismo, incluso menores de edad y otros que padecen comportamientos derivados de policonsumos o de ligazón a sustancias que sitúan a las bebidas alcohólicas fuera de la ecuación o en uno de sus vértices.
Alcohólicos sin consumir alcohol
“Llegan y hablas con ellos. De mi situación, de la de los compañeros. Si se identifican con lo que se les dice, se les puede ayudar. Muchos son alcohólicos sin consumir alcohol”. Cuesta disfrutar. Se acaba por autodestruir la vida. Esa forma de afrontar la realidad es la constante que define esta enfermedad.
Son variables que no cambian y que definen al alcoholismo como una enfermedad “progresiva, incurable y mortal”, añade, por lo que la labor de su agrupación de ayuda mutua se antoja esencial para quienes quieren recuperar su vida. “Nosotros estamos las 24 horas del día los 365 días del año”, indica.
Servicio, unidad y recuperación
Servicio, unidad, recuperación Para ayudar a quienes se acercan hasta esta agrupación, bien presencialmente en el local de la calle Burgos, 19 bajo, o bien a través del teléfono 945 033 206, voluntarios comoJosé o Edurne plantean los vértices de un triángulo imaginario, en los que el servicio, la unidad y la recuperación se convierten en claves para luchar contra la enfermedad. “El alcohol no me da la libertad para vivir. El alcohólico no puede vivir bebiendo. Sin embargo, el grupo te da libertad. Hay ese puente de identificación. Por tu cuenta, nunca se consigue mantener sin beber.Tarde o temprano tienes que volver a beber. Cuando contactas, necesitas de tiempo, dinero y esfuerzo, pero al final vuelves a vivir”, asegura. Para tratar de aportar en esas luchas individuales contra el alcoholismo, en este grupo gasteiztarra ofrecen “lo que necesite el enfermo.A cualquier hora del día. Siempre hay alguien que escucha. Todo de manera gratuita”. Bajo tales parámetros, por su local pasan alrededor de un centenar de alcohólicos cada año.
Un lejano 1935 Desde que el movimiento Alcohólicos Anónimos iniciara su actividad en un lejano 1935, en Akron, en el Estado norteamericano de Ohio, ha llovido mucho. Sus creadores, el corredor de bolsa de Nueva York William Griffith Wilson y el cirujano de Akron Robert Holbrook Smith se conocieron y empezaron a intercambiar experiencias. Fue la clave.
“Se dieron cuenta de que si hablaban sobre su situación no tenían necesidad de beber”, puntualiza Edurne, otra de las integrantes de Alcohólicos Anónimos 24 horas, que en la actualidad realiza su labor gracias a 16 integrantes fijos.
“Se dieron cuenta de que si hablaban sobre su situación no tenían necesidad de beber”
“Desde luego, hay que querer y llegar al grupo. Un alcohólico en recuperación sabe que ayudando a otros se ayuda a sí mismo. Por eso, nuestra labor es altruista, pero hasta cierto punto, ya que ayudar en el grupo es una necesidad vital”, señala Edurne, quien apunta otro hito a tener en cuenta. En Álava existe un colchón social abultado y una cultura familiar muy arraigada. Todo ello evita que la caída a los infiernos sea rápida. “Tardas más en dejar de beber porque tardas más en perder lo importante. Llegar a tiempo te ahorra sufrimiento”.
“Tardas más en dejar de beber porque tardas más en perder lo importante. Llegar a tiempo te ahorra sufrimiento”
Predisposición
“Ese vacío no lo llenas con nada”. José es claro y relata sin ambages su situación personal, mimética a la que padecen otros alcohólicos. “Naces con predisposición. Buscas algo, fugas, para dejar de pensar”. Así define el origen de su padecimiento. “Siempre. Hoy estás peor que ayer. Peor que hace un año, peor que hace cinco”. La única manera de acotar la enfermedad es aceptar la derrota ante el alcohol. “Tú solo no puedes”, explica. “Te das cuenta de que tienes un problema. Llegas a beber a escondidas. Pero eres impotente ante el alcohol. Disfrazas síntomas como las lagunas mentales. No sabes lo que ha pasado durante lapsos de tiempo. Finges.Cada vez van a más. Y sigues fingiendo”.
