Agosto suele ser un mes donde la capital alavesa sufre un éxodo progresivo de la población. El final de las fiestas de La Blanca, junto al inicio del periodo vacacional de los vecinos, provoca que en Vitoria haya menos residentes de lo normal. Esta tesitura podría implicar que sectores enfocados en los servicios, como el de la hostelería, se vieran envueltos en un pequeño parón. Sin embargo, la realidad de los bares de la zona central de la ciudad parece ser otra.

Alejandra Romero, del Wonders

DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se ha puesto en contacto con diversos locales céntricos de Vitoria para conocer la versión de estos. Por lo general, el balance que hacen los hosteleros del presente mes de agosto es bastante positivo. Alguno llega a afirmar que este es el mejor mes “con diferencia”, como es el caso de Roberto Sáez de La Fuente, trabajador del bar Deportivo Alavés.

Roberto Sáez de La Fuente, del bar Deportivo Alavés

Además, la ciudad se enfrenta a un hecho sin discusión: cada vez llega mayor número de turistas. De hecho, si hay un punto en el que coinciden los bares consultados ese es sin duda en la abundante presencia de visitantes. Según explican, junto a los llegados desde diferentes orígenes del Estado, las nacionalidades que más están frecuentando los locales de Gasteiz y sus barras de pintxos son franceses, ingleses e italianos.

Alexis Ramos, del Gautxo

No obstante, el primer gran aporte a las cajas de los negocios llegó entre el 4 y el 9 de agosto. De hecho, gran parte de este éxito de estos negocios reside en el aumento de las ventas en el periodo correspondiente a La Blanca. En este sentido, Alejandra Romero, desde el bar Wonders; y Noé Urbina, en el Toloño, aseguran que en el ciclo festivo recibieron una cantidad mayor de clientes respecto a 2022.

Noé Urbina, del Toloño

Urbina cree que el hecho de que el verano del año pasado fuera el primero tras el covid pudo repercutir negativamente a la hora de que la gente decidiera acudir masivamente a los bares. El fantasma del virus seguía presente, y la incertidumbre pudo frenar las ansias de los alaveses de retomar la rutina de “tomarse unas cañas”.

Este incremento de clientes propició aumentos de la plantillas para poder atender todas las demandas. Un ejemplo de tal circunstancia se puede ver en el bar Gautxo, situado en la calle Cuchillería. Alexis Ramos, desde la barra del mencionado local, relata que ellos han duplicado el número de trabajadores, pasando de tres a seis.

El agosto posfiestas

Una vez desaparece la euforia de las fiestas de La Blanca, habitualmente, los recintos hosteleros se topaban con un periodo de luces y sombras. Sin embargo, este año parece diferente. Por ejemplo, en el bar del Glorioso, han visto intensificada su carga de trabajo en los días posteriores a la subida de Celedón. Sáez de La Fuente explica que el hecho de que varios bares de la zona hayan estado cerrados por vacaciones ha tenido una repercusión directa en su local. Este ha podido aglutinar un amplio sector de las personas que frecuentan los bares de la zona.